El ceo de la gigante constructora brasilera se defendió de las imputaciones de que habría corrompido a políticos y funcionarios en diferentes países de América Latina para hacerse acreedor de las licitaciones.
Marcelo Odebrecht aseguró a los medios de comunicación que los funcionarios y políticos, con quienes se reunía en privado, ellos mismos le proponían darle las obras a cambio de un monto que ellos decidían.
Mencionó que el cholo sagrado le pidió 35 millones de dólares por la Interoceánica y Camisea, pero como le vieron que era muy borracho, decidieron entregarle 20 millones de dólares y guardaron la otra parte para que pueda seguir «chupando» en su vejez.
Sobre cosito, expresó que el hombre se quería hacer el difícil, pero al final aceptó con las dos manos abiertas por la amable sugerencia de su mujer.
Cuando se le consultó por AG, dijo que él sí era un hombre honesto y honrado, de principios que jamás se vendía por migajas, solo por millones.
Sobre la señora K, Marcelo dijo que a cada rato pedía que le aumenten 500, y que por ello, en las anotaciones encontraron: “aumentar Keiko para 500 e eu fazer visita”.
Mientras tanto, las tías Regia y Lulú, también recibieron su tajadaza al igual que la señora «tan difícil es caminar derecho», que puntualmente reclamaba su maletín para comprarse sus vestidos Carolina Herrera y sus zapatos Salvatore Ferragamo.