En su debut al mando de Alianza Lima, Mauricio Larriera se enfrentó al cuadro de Cusco FC en un partido que terminó en empate, dejando un sabor agridulce para el nuevo entrenador y la afición blanquiazul.
El enfrentamiento en la ciudad imperial de Cusco mostró a una Alianza Lima que lucía mejor en comparación con partidos anteriores, sin embargo, el resultado final de empate significa que perdieron dos valiosos puntos en su búsqueda por el Torneo Clausura. Esta situación podría incluso poner en riesgo su oportunidad de alcanzar una final directa, por lo que la necesidad de asegurar victorias se vuelve aún más urgente.
A pesar de los esfuerzos del equipo ‘Blanquiazul’ por conseguir los tres puntos, el ataque no estuvo preciso, especialmente con Hernán Barcos en la delantera. El delantero argentino no ha recuperado la efectividad que mostró en años anteriores y ha fallado oportunidades en los últimos dos partidos, lo que ha impactado negativamente en el desempeño de Alianza Lima.
Afortunadamente para Larriera, Jairo Concha fue el salvador en este debut. Su actuación permitió que Alianza Lima no regresara con las manos vacías, lo que al menos atenuó el resultado adverso y evitó una situación más complicada para el nuevo entrenador, ya que una derrota podría haber generado críticas desde la afición.
En cuanto a las explicaciones del empate, Mauricio Larriera ofreció algunas razones durante la conferencia de prensa posterior al partido. Agradeció a los jugadores, al cuerpo técnico ya la afición por el apoyo en su llegada al equipo. Respecto al partido, dijo: «Comenzamos complicados, pero el empate llega como premio a la búsqueda, al riesgo, al ir para adelante. Estamos jugando contra un gran rival, contra la altura y la falta de tiempo para seguir trabajando». Larriera reconoció los desafíos que enfrenta el equipo y dejó en claro que están trabajando para mejorar en futuros encuentros.