Paolo Guerrero, el experimentado delantero que ha captado la atención del fútbol peruano, está cerca de concretar su regreso a Alianza Lima. Aunque su situación con César Vallejo aún no se ha resuelto completamente, parece que el fichaje por los blanquiazules es inminente, especialmente después de que se descartara su posible traslado a Banfield debido a la resistencia de los hinchas por invertir en un jugador de 40 años.
En contraste con la oferta que se discutió en 2022, cuando se le ofrecieron 70 mil dólares mensuales para unirse a Alianza Lima, el salario que Guerrero recibiría ahora sería considerablemente menor. Mientras que en su etapa en Racing Club en Argentina su salario fue de 10 mil dólares al mes, en Matute se le ofrecería una cifra aún más reducida, que parece más simbólica que competitiva.
Este ajuste salarial refleja una estrategia cautelosa por parte de Alianza Lima, dado el rendimiento reciente y la edad del jugador. Guerrero, quien ha tenido una temporada limitada en César Vallejo con solo 9 partidos disputados y 3 goles marcados, enfrenta desafíos adicionales al incorporarse a un equipo con un goleador destacado como Hernán Barcos, quien ha anotado 15 goles en el fútbol peruano.
El caso de Christian Cueva, quien también llegó con grandes expectativas y un salario elevado de 100 mil dólares al mes, pero cuyo rendimiento fue decepcionante, probablemente influye en la decisión de Alianza Lima de no arriesgarse con un sueldo elevado para Guerrero. La dirección del club parece preferir una oferta más modesta, minimizando el riesgo financiero mientras evalúan el aporte del veterano delantero al equipo.
Con Guerrero sin actividad reciente y una historia de dificultades para mantenerse en forma, su desempeño futuro en Alianza Lima es incierto. La cifra simbólica que se le ofrecería refleja tanto la necesidad de reducir riesgos económicos como el deseo de evaluar su impacto en el campo de juego antes de comprometerse a una inversión mayor.