Marcos López ha lanzado una dura crítica sobre la falta de recambio generacional en el fútbol peruano, señalando que la carencia de oportunidades para los jóvenes talentos es un problema crítico. Su postura ha cobrado relevancia al observar cómo los grandes clubes nacionales, como Alianza Lima y Universitario de Deportes, parecen no estar invirtiendo en sus jóvenes promesas.
Alianza Lima ha centrado sus esfuerzos en fichajes de jugadores experimentados, como el regreso de Paolo Guerrero, quien a sus 40 años se convierte en el refuerzo más destacado de la temporada 2024. Junto a Hernán Barcos, que también se encuentra en la recta final de su carrera, el equipo suma una impresionante edad combinada de 80 años en su delantera. Esta tendencia deja en un segundo plano a jóvenes como Bassco Soyer y Víctor Guzmán, quienes, a pesar de sus debuts anteriores, se ven relegados a la Reserva y no tienen muchas posibilidades de jugar en el primer equipo.
Por otro lado, Universitario de Deportes también ha sido criticado por su falta de apuesta por los jóvenes de su cantera. El técnico Fabián Bustos ha dejado claro que no considera una prioridad integrar gradualmente a jóvenes talentos al primer equipo. Jugadores como Álvaro Rojas y Jarek Elías tienen pocas oportunidades de sumar minutos, mientras que la directiva ha optado por traer extranjeros como Diego Dorregaray, quien tuvo un paso discreto por el club. Esta estrategia revela una falta de confianza en las bases locales y refuerza las críticas de López sobre la deficiencia en el desarrollo de jóvenes futbolistas.
En una reciente entrevista, Marcos López abordó la situación del fútbol formativo en Perú y su impacto en la Selección Nacional. «Si pretendemos competir, también es importante que el fútbol en la formación crezca porque el hincha exige, pero no se fijan que no hay formación para los jóvenes y después están pidiendo que haya un ‘9’, un defensa central, un lateral o un extremo, pero no hay con qué», afirmó López. Su comentario resalta una preocupación creciente sobre la falta de inversión en la formación de futuros talentos, lo que podría estar afectando el rendimiento y las expectativas de la selección peruana en las Eliminatorias Sudamericanas para la Copa del Mundo 2026.