Los devastadores incendios forestales que afectan la región de San Martín han dejado una estela de destrucción, impactando severamente la biodiversidad local. En el valle de Cacatachi, numerosos animales silvestres han perdido su hábitat debido al avance del fuego, que arrasa con la vegetación y pone en grave riesgo a la fauna de la zona.
Uno de los episodios más conmovedores de esta emergencia ambiental ocurrió cuando un grupo de pobladores locales rescató a un oso perezoso que se encontraba trepado en un árbol, visiblemente afectado por el incendio. El animal, que había huido del fuego, presentaba quemaduras en su pelaje y mostraba dificultades respiratorias debido a la inhalación de humo.
Los vecinos, alarmados por el estado del oso perezoso, lo pusieron a salvo y lo entregaron a veterinarios que se encontraban en la zona brindando atención a los animales afectados. El equipo veterinario trabajó rápidamente para estabilizar al oso y proporcionarle los cuidados necesarios, tratando sus quemaduras y mejorando su estado respiratorio. A pesar de la gravedad de sus heridas, el oso perezoso comenzó a mostrar signos de recuperación lenta pero positiva.
Posteriormente, el oso perezoso fue entregado a la Autoridad Regional Ambiental de San Martín, la entidad encargada de la protección y rehabilitación de la fauna afectada por los incendios. Esta institución ha intensificado sus esfuerzos para garantizar que los animales rescatados reciban el tratamiento adecuado y puedan ser reubicados en hábitats seguros una vez que se hayan recuperado completamente.
Los incendios forestales en San Martín no solo están devastando los ecosistemas locales, sino que también representan una grave amenaza para la vida silvestre. Las autoridades han hecho un llamado a la población para colaborar en las labores de rescate y para tomar conciencia sobre la importancia de prevenir estos siniestros, que a menudo son causados por actividades humanas.
A nivel nacional, Perú enfrenta una crisis con 91 incendios forestales activos y un total de 17.459 focos de calor, según reportes del Serfor. La situación subraya la urgencia de acciones coordinadas para proteger tanto los ecosistemas como la vida silvestre del país.