El Sol es una estrella muy grande y muy caliente que está en el centro de nuestro sistema solar. El Sol nos da luz y calor todos los días y nos permite vivir en la Tierra. Pero, ¿sabes cómo hace el Sol para brillar tanto? En este artículo te lo vamos a contar de una forma fácil y divertida.
El Sol brilla porque dentro de él hay unas reacciones muy especiales que se llaman reacciones termonucleares. Estas reacciones ocurren cuando los átomos de un gas se juntan y se transforman en otros átomos diferentes. Un átomo es la partícula más pequeña que existe y está formado por un núcleo con protones y neutrones y una nube con electrones.
El gas que hay dentro del Sol es principalmente hidrógeno, que es el átomo más simple que hay. Un átomo de hidrógeno tiene un protón y un electrón. Cuando el Sol está muy caliente y muy apretado, los átomos de hidrógeno se juntan y se fusionan formando átomos de helio, que tienen dos protones y dos electrones.
Al fusionarse los átomos de hidrógeno en helio, se pierde un poco de materia, es decir, los átomos de helio pesan menos que los átomos de hidrógeno que los formaron. Esa materia que se pierde se convierte en energía, que es la fuerza que hace funcionar las cosas. La energía sale del núcleo del Sol y atraviesa las capas de gases que lo rodean hasta llegar a la superficie.
Desde la superficie del Sol, la energía se libera al espacio en forma de radiación, que son unas ondas invisibles que viajan muy rápido. Hay muchos tipos de radiación, pero la que nosotros podemos ver se llama luz visible. La luz visible tiene diferentes colores según su longitud de onda, que es la distancia entre dos crestas de la onda.
La luz visible del Sol tiene todos los colores del arcoíris: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Cuando se mezclan todos estos colores, vemos la luz blanca. La luz blanca del Sol tarda unos 8 minutos en llegar a la Tierra desde que sale del Sol. Al llegar a la Tierra, la luz del Sol nos permite ver las cosas y nos calienta.
El Sol no brilla siempre igual. A veces tiene más actividad y otras veces menos. Esto depende del número de manchas solares, que son unas zonas más oscuras y frías en la superficie del Sol. Las manchas solares cambian cada 11 años aproximadamente. Cuando hay más manchas solares, el Sol brilla más y cuando hay menos, brilla menos.