Porque alcanzó una magnitud jamás registrada en la historia: 9,5 grados en la escala Richter. Sucedió el 22 de mayo de 1960 y, aún hoy, sigue siendo el terremoto más grande del mundo, pues fue percibido en distintos puntos del mundo.
Gran parte de la ciudad quedó destruida, murieron cerca de 1655 personas, 3000 resultaron heridas y 2 000 000 perdieron sus hogares.
Además, produjo varios tsunamis que borraron del mapa a ciudades enteras de la costa chilena y provocaron daños graves en Hawai, Japón, Nueva Zelanda, Filipinas y Estados Unidos.