Los mosquitos son unos insectos que nos molestan con su zumbido y sus picaduras, especialmente en verano. Pero no todos los mosquitos pican: solo lo hacen las hembras de algunas especies. ¿Por qué los mosquitos machos no pican? ¿Qué diferencia hay entre unos y otros?
La alimentación de los mosquitos
Los mosquitos se alimentan principalmente de néctar y jugos de las plantas, tanto los machos como las hembras. Sin embargo, las hembras de algunas especies, como el Aedes aegypti, el Anopheles gambiae o el Culex pipiens, necesitan también chupar sangre para completar su ciclo reproductivo.
Esto se debe a que la sangre les aporta proteínas y hierro que les permiten producir y madurar los huevos. Por eso, las hembras pican a las personas y a otros animales antes de poner sus huevos. Los machos, en cambio, no tienen esta necesidad y se conforman con el néctar.
La detección de las víctimas
Los mosquitos tienen unos órganos sensoriales que les ayudan a localizar a sus víctimas potenciales. Estos órganos son:
- Las antenas: les sirven para detectar el dióxido de carbono que exhalamos al respirar y el sonido que producimos al hablar o al movernos.
- Los palpos maxilares: les sirven para detectar el calor corporal y la humedad de la piel.
- Los ojos compuestos: les sirven para detectar el movimiento y el contraste de colores.
Los mosquitos machos tienen unas antenas más largas y plumosas que las hembras, lo que les permite captar mejor las vibraciones del aire. Esto les sirve para encontrar a las hembras por su zumbido y aparearse con ellas. Las hembras tienen unas antenas más cortas y menos plumosas, pero más sensibles al dióxido de carbono.
La preferencia por algunas personas
Los mosquitos no pican al azar: tienen sus preferencias por algunas personas más que por otras. Esto se debe a que cada persona tiene un olor corporal único, determinado por su genética, su dieta, su estado de salud y otros factores.
Los mosquitos se sienten atraídos por algunos componentes químicos que desprendemos por el sudor o la respiración, como el ácido láctico, el amoníaco, el ácido úrico o el octenol. Estos componentes varían según la persona y pueden hacerla más o menos apetecible para los mosquitos.
Además, los mosquitos también pueden tener en cuenta otros aspectos como la temperatura corporal, el color de la ropa o la cantidad de bacterias en la piel. Por eso, algunas personas sufren más picaduras que otras.
La prevención de las picaduras
Para evitar las molestas picaduras de los mosquitos hembras, se pueden seguir algunas medidas preventivas, como:
- Usar repelentes de insectos en la piel o la ropa, siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Usar ropa clara, holgada y que cubra la mayor parte del cuerpo.
- Evitar los perfumes o cosméticos con aromas dulces o florales.
- Evitar los lugares con agua estancada o vegetación densa, donde se reproducen los mosquitos.
- Usar mosquiteras en las ventanas o en la cama.
- Usar ventiladores o aire acondicionado, que dificultan el vuelo de los mosquitos.
Los mosquitos machos no pican porque no lo necesitan para su supervivencia ni para su reproducción. Las hembras pican porque requieren la sangre para producir sus huevos. Ambos se alimentan de néctar y jugos vegetales y se comunican por el zumbido. Los mosquitos pueden transmitir enfermedades graves como la malaria o el dengue, por lo que es importante protegerse de sus picaduras.