Porque ellos interpretan la Biblia de manera literal. Según la práctica de su fe, ellos sienten total rechazo a la transfusión sanguínea porque piensan que recibir sangre es como ingerirla o comerla.
Esta creencia está basada en numerosos versículos bíblicos que aducen que comer sangre es comer la vida o el alma.
En el caso de menores de edad o mujeres embarazadas, muchas cortes abogan a favor de la vida del niño, indicando la necesidad de hacer transfusiones sanguíneas, aunque los padres que profesan esta creencia no estén de acuerdo.