Cuando los zorrillos se sienten amenazados, lanzan al aire un rocío de aceite con olor desagradable. Esta mezcla de tioles sulfúricos, presente también en las cebollas crudas, es almacenada en pequeñas glándulas en la región anal.
Si este rocío cae en los ojos de una persona, no ocasionará ningún daño físico, aunque el olor desagradable es muy difícil de quitar, sobre todo si cae en la ropa.
Por otra parte, los zorrillos son animales muy amigables y muchas personas que los tienen como mascotas retiran sus glándulas anales quirúrgicamente.