Seguramente te ha pasado que después de ducharte, lavarte las manos o nadar en la piscina, tus dedos se ven arrugados como pasas. ¿A qué se debe este fenómeno? ¿Es normal o indica algún problema de salud? En este artículo te explicamos las posibles causas y consecuencias de tener las manos arrugadas con el agua.
Causas
Existen varias teorías que intentan explicar por qué se nos arrugan los dedos cuando pasan mucho rato en el agua. Algunas de ellas son:
Reacción bioquímica: Se trata de un proceso osmótico por el cual el agua arroja una serie de componentes en la piel, dejando una zona reseca y arrugada en su lugar.
Pérdida de sebo: El sebo es una sustancia grasa que humecta, lubrica y protege la piel. También hace que la piel sea un poco a prueba de agua. Cuando estamos entre el agua por mucho tiempo, el sebo se pierde y la piel absorbe más agua, lo que hace que se hinche y se arrugue.
Adaptación al medio: Esta teoría sugiere que las arrugas son una adaptación natural de la piel al agua, que nos permite agarrar mejor los objetos mojados. Al arrugarse, la piel aumenta su superficie y crea canales que facilitan el drenaje del agua, mejorando así el agarre y la sensibilidad.
Reflejo nervioso: Esta teoría propone que las arrugas son el resultado de un reflejo involuntario del sistema nervioso simpático, que controla las respuestas de lucha o huida. Al detectar el contacto prolongado con el agua, el cerebro envía señales a los vasos sanguíneos de los dedos para que se contraigan, lo que produce las arrugas.
Consecuencias
En general, tener las manos arrugadas con el agua no es algo grave ni peligroso. De hecho, puede tener algunas ventajas, como mejorar el agarre y la sensibilidad en ambientes acuáticos. Sin embargo, hay algunos casos en los que puede ser motivo de preocupación:
Arrugas permanentes: Si tus dedos están siempre arrugados, incluso sin estar en contacto con el agua, puede ser un signo de deshidratación, hipotiroidismo, diabetes o enfermedad de Raynaud. Estas condiciones afectan la circulación sanguínea y la hidratación de la piel, haciendo que se sienta seca y fría.
Arrugas excesivas: Si tus dedos se arrugan más de lo normal o más rápido que otras personas, puede ser un indicador de fibromialgia, una enfermedad crónica que causa dolor muscular generalizado. Según un estudio, las personas con fibromialgia tienen una mayor respuesta al reflejo nervioso que produce las arrugas.
Arrugas asimétricas: Si tus dedos se arrugan más en una mano que en otra, puede ser una señal de daño nervioso o vascular. Esto puede deberse a una lesión, una infección, un tumor o un accidente cerebrovascular que afecte la comunicación entre el cerebro y los dedos.
Arrugas ausentes: Si tus dedos no se arrugan con el agua, puede ser un síntoma de daño en los nervios periféricos o en la médula espinal. Esto puede impedir que el cerebro reciba o envíe las señales necesarias para producir las arrugas.
Recomendaciones
Si tienes las manos arrugadas con el agua muy rápido y no sabes por qué, te recomendamos lo siguiente:
Hidrátate bien: Bebe suficiente agua y evita el alcohol y la cafeína, que pueden deshidratarte. También puedes usar cremas hidratantes para mantener tu piel suave y elástica.
Limita el tiempo en el agua: No te expongas al agua por más tiempo del necesario, especialmente si está muy caliente o muy fría. Seca bien tus manos después de lavarlas o mojarlas.
Consulta a un médico: Si tus arrugas son permanentes, excesivas, asimétricas o ausentes, puede que tengas algún problema de salud subyacente. Acude a un médico para que te examine y te indique el tratamiento adecuado.
En conclusión, tener las manos arrugadas con el agua muy rápido es un fenómeno normal que puede tener varias explicaciones. Sin embargo, hay que estar atentos a los posibles signos de alarma que indiquen alguna alteración en la piel o en el sistema nervioso.