Si algo necesita la Selección Peruana en estos momentos es un equipo renovado, con jugadores comprometidos y enfocados en la posibilidad de ir al Mundial. Jorge Fossati debe considerar la Copa América como el momento adecuado para realizar una limpieza en el equipo, descartando a ciertos jugadores que ya no están a la altura y formando un grupo más competitivo. Jugadores como Paolo Guerrero, André Carrillo y Sergio Peña han demostrado que ya no son efectivos para la Bicolor, y su reemplazo podría ser muy beneficioso para el equipo, más que perjudicial, ya que no están aportando en el campo de juego.
El caso de Paolo Guerrero
Lo de Paolo Guerrero es evidente. Aunque le ha dado mucho a la Selección Peruana, actualmente se percibe más como un exjugador. La edad ha pasado factura y es claro que no está para la alta competencia. Sería preferible que su puesto lo ocupe alguien más joven y dinámico, capaz de pelear durante todo el partido sin pasar tanto tiempo reclamando, como hace el ‘Depredador’, quien se queja más de lo que juega.
André Carrillo y Sergio Peña
La situación de André Carrillo es similar. A sus 33 años, su nivel con la Selección Peruana ha caído notablemente. Parece un jugador retirado y su rendimiento es bajísimo. Es hora de dejarlo de lado y dar oportunidad a jóvenes como Catriel Cabellos, quien podría desempeñarse mejor. Por último, Sergio Peña ha tenido múltiples oportunidades, pero su desempeño en el campo es deficiente. Falla constantemente y no tiene el ritmo necesario para marcar la diferencia en el mediocampo.
La necesidad de una nueva cara en la Selección Peruana
Jorge Fossati debe arriesgarse y apostar por un nuevo grupo, incorporando más jóvenes de alrededor de 20 años al cuadro patrio. Es tiempo de dejar de lado a las vacas sagradas, al igual que Ricardo Gareca lo hizo en su momento, cuando decidió prescindir de jugadores como Juan Vargas, Claudio Pizarro y Carlos Lobatón, logrando así que el equipo nacional funcionara mejor. La Selección Peruana tiene talento, pero si se sigue insistiendo en los mismos jugadores que ya no rinden, será difícil mejorar y alcanzar los objetivos deseados.
Con estos cambios, Fossati podría revitalizar al equipo y encarar la Copa América con una nueva energía, enfocándose en construir un equipo competitivo y con hambre de triunfo, capaz de aspirar a grandes logros en el futuro.