Para que Ricardo Gareca regrese al mando de la Selección Peruana, se tendrían que cumplir ciertos requisitos clave. Primero, sería necesario que la Federación Peruana de Fútbol (Videna) rescinda el contrato de Jorge Fossati. Luego, también tendría que ocurrir una separación entre Gareca y la Selección Chilena, que ahora enfrenta una crisis tras las recientes derrotas: 3-0 ante Argentina y 1-2 frente a Bolivia en esta fecha doble de septiembre. Solo entonces, se podría concretar un nuevo acuerdo entre el DT argentino y la Federación Peruana.
El malestar con Gareca en Chile es evidente. Los hinchas han expresado su frustración en redes sociales, citando comentarios como: «Gareca se hizo multimillonario gracias a la generación dorada de Perú», «El Perú pensó que apapachando a sus talentosos bastaba para hacer buena Eliminatoria. Gareca pensó que el talento chileno era igual que el peruano y que aflorarían sus sistemas. Se necesitaban más de lo que pensaban», «Gareca es odiado en Chile y aquí en Perú odiamos a Fossati. ¿Por qué Fossati no se va a Chile y Gareca regresa al Perú?» y «Somos horribles, pero como en este continente nadie quiere estar solo se unió Chile con nosotros. Gareca se ha infiltrado en Chile para que Perú no quede hundido como el peor de Sudamérica. Un último acto de amor al país».
El descontento con el desempeño de Gareca en la selección chilena se acentuó especialmente tras la reciente derrota frente a Bolivia en el Estadio Nacional de Santiago. Ante este panorama, la posibilidad de un «cambiazo» entre Fossati y Gareca surge como una opción especulativa. Sin embargo, antes de que cualquier cambio se concrete, se tendrían que dar los pasos previos mencionados.
Durante su etapa al mando de la Selección Peruana, Gareca logró hitos significativos, como clasificar a Perú a una Copa del Mundo tras 36 años y llegar a la final de la Copa América después de 44 años. Además, con la Blanquirroja logró victorias históricas a nivel sudamericano, incluyendo triunfos en Quito, Barranquilla, y sobre Brasil. Su gestión dejó una estructura sólida en Videna, la cual, en menos de dos años bajo Fossati, parece haberse desplomado, evidenciando un retroceso notable en el equipo de todos.