André Carrillo y Paolo Guerrero, dos de los destacados seleccionados peruanos, han experimentado momentos de reconocimiento y agasajo en sus respectivos clubes, demostrando que el éxito en sus carreras va más allá del terreno de juego.
Carrillo, conocido como «La Culebra», compartió en una entrevista con el programa digital «La Lengua» una anécdota sorprendente. Un jeque árabe, en reconocimiento a la destacada actuación de Carrillo en el Al-Hilal, le ofreció un lujoso automóvil como regalo. La generosidad del dirigente dejó asombrados a los seguidores de Carrillo, quien expresó su agradecimiento por el gesto.
Por su parte, Paolo Guerrero también fue objeto de un regalo especial al llegar al fútbol ecuatoriano para unirse a las filas de Liga de Quito. El reconocido delantero recibió como bienvenida una camioneta Tiggo 8 Pro de la marca Chery, una de las principales patrocinadoras del equipo albo. Aunque la bienvenida incluyó un esfuerzo por parte del club ecuatoriano, la magnitud del regalo es innegablemente menor en comparación con el gesto del jeque árabe hacia Carrillo.
Ambos jugadores, referentes indiscutibles de la selección peruana, se enfrentan a la incertidumbre sobre su continuidad en la Bicolor. Su rendimiento en sus respectivos clubes será determinante para mantenerse en las futuras convocatorias. Con la llegada de Ricardo Gareca como director técnico, las esperanzas se renuevan, y contar con la presencia de figuras como Carrillo y Guerrero sería crucial para el éxito del equipo nacional. La Videna espera contar con la participación activa de estos talentosos jugadores en los próximos entrenamientos.