La Selección Peruana de Fútbol enfrenta un problema cada vez más evidente: la dificultad para convencer a jóvenes talentos nacidos en el extranjero para que representen al país en competiciones internacionales. La falta de recursos económicos en la Federación Peruana de Fútbol (FPF) se ha convertido en un obstáculo para atraer a estos jugadores, quienes terminan optando por otras selecciones nacionales.
Uno de los casos más recientes es el de Emil Reyes, quien optó por rechazar la convocatoria de la Selección Peruana para jugar por Suecia. En un reciente encuentro amistoso contra Inglaterra, Reyes tuvo la oportunidad de vestir la camiseta sueca y fue titular, demostrando su calidad y potencial como jugador.
Esta situación refleja un problema más amplio en el proceso de reclutamiento de talentos por parte de la Selección Peruana. Mientras otros países realizan esfuerzos para contactar y persuadir a jugadores nacidos en el extranjero para representarlos, la FPF enfrenta dificultades financieras que limitan su capacidad para llevar a cabo esta labor.
El caso de Reyes no es único. Otros jugadores peruanos con doble nacionalidad, como Matteo Pérez, han optado por representar a otros países en lugar de la Selección Peruana. Esta tendencia es preocupante y plantea interrogantes sobre las políticas de reclutamiento y desarrollo de talentos en el fútbol peruano.
¿Quién es el responsable de esta situación? Muchos señalan a Agustín Lozano, presidente de la FPF, cuya gestión ha dejado a la federación sin los recursos necesarios para competir en igualdad de condiciones con otras selecciones nacionales. La falta de inversión en el fútbol peruano no solo afecta al desarrollo del deporte a nivel nacional, sino también a la capacidad de la Selección Peruana para atraer y retener talentos.