La continuidad de Jorge Fossati al frente de la Selección Peruana sigue siendo un tema de debate en el fútbol nacional. A pesar de la gran expectativa que existía al inicio de su mandato, los resultados obtenidos por la ‘Bicolor’ en las últimas eliminatorias y la Copa América han sido muy por debajo de lo esperado. Esto ha llevado a que la Federación Peruana de Fútbol (FPF) evalúe la posibilidad de rescindir su contrato. Sin embargo, esta decisión tendría un alto costo económico para la FPF, que tendría que desembolsar aproximadamente 1 millón de dólares.
Fossati, quien asumió el cargo a principios de 2023, firmó un contrato millonario que lo vincula con la selección hasta finales de 2025. Según diversas fuentes, el técnico uruguayo percibe un salario anual de 2 millones de dólares. Dado que aún le restaría un año de contrato, si la FPF decide prescindir de sus servicios antes de tiempo, tendría que pagarle una indemnización correspondiente a lo que le quedaría por cobrar. Se estima que esta cifra rondaría los 1 millón de dólares, un desembolso importante para la Federación.
La evaluación sobre la continuidad de Fossati se basa principalmente en los malos resultados obtenidos en las últimas competiciones internacionales. En las eliminatorias para el Mundial 2026 y la Copa América 2024, la ‘Bicolor’ no ha logrado cumplir con las expectativas de los hinchas, lo que ha generado descontento entre los seguidores y la prensa. La presión para tomar una decisión sobre su futuro es cada vez mayor.
La FPF enfrenta un dilema. Por un lado, está la opción de rescindir el contrato de manera anticipada, pero el alto costo económico es un factor importante a considerar. Una opción viable podría ser negociar una salida amistosa con Fossati para reducir la indemnización. Otra alternativa sería esperar a que finalice su contrato en 2025, aunque esto podría generar inestabilidad en la selección durante los próximos meses. También existe la posibilidad de contratar a un nuevo entrenador y negociar una salida gradual con Fossati, en la que el técnico uruguayo mantenga ciertas funciones en el equipo por un tiempo limitado.
La salida de Fossati tendría tanto ventajas como desventajas para la selección. Por un lado, podría generar un nuevo impulso entre los jugadores y la hinchada, pero, por otro, supondría un proceso de adaptación que podría afectar la cohesión del equipo. La FPF deberá tomar una decisión estratégica, ponderando los costos y las posibles consecuencias de cambiar de entrenador en este momento crucial para el fútbol peruano.