Óscar Ibáñez, quien asumió recientemente la dirección técnica de la selección peruana, ha logrado en tan solo un partido lo que ni Juan Reynoso ni Jorge Fossati pudieron conseguir en sus respectivas etapas. Bajo su mando, la «Bicolor» consiguió una victoria clave ante Bolivia por 3-1, lo que mantiene vivas las aspiraciones del equipo por llegar al Mundial de 2026. Este triunfo no solo revitaliza la esperanza del pueblo peruano, sino que también resalta los logros alcanzados por Ibáñez en comparación con sus predecesores.
Una de las principales críticas durante las eras de Reynoso y Fossati fue la falta de un goleador confiable, especialmente un delantero que pudiera marcar el tan esperado gol en las clasificatorias. En su primer partido oficial, Ibáñez logró lo que no se había visto en mucho tiempo: Paolo Guerrero anotó el segundo gol en la victoria ante Bolivia. Este gol rompió una sequía de anotaciones por parte de los delanteros, algo que no sucedía desde la victoria ante Uruguay en la era de Fossati, cuando el defensor Miguel Araujo había sido el autor del único tanto.
Además, el triunfo ante Bolivia representó otro logro importante para Ibáñez: la selección peruana logró ganar por más de un gol, algo que no se había logrado en mucho tiempo. Durante los mandatos de Reynoso y Fossati, las victorias de la «Blanquirroja» no superaban el margen de un gol. Con la goleada por 3-1 frente a los bolivianos, Perú demostró finalmente su capacidad para aprovechar las oportunidades y generar un resultado más contundente, algo que era necesario para seguir soñando con la clasificación.
Otro aspecto en el que Ibáñez superó a sus predecesores fue en la cantidad de remates al arco. Bajo la dirección de los anteriores técnicos, la selección peruana enfrentó duras críticas por su falta de eficacia a la hora de atacar, especialmente en cuanto a disparos a portería. Sin embargo, en su primer partido, Ibáñez logró que Perú realizara siete remates al arco, lo que estableció una nueva marca y reflejó una mejora significativa en el juego ofensivo del equipo. Este aspecto había sido un tema recurrente en las etapas de Fossati y Reynoso, quienes no lograron replicar este tipo de estadísticas.
En resumen, el debut de Óscar Ibáñez al mando de la selección peruana ha sido notable, logrando en su primer encuentro tres grandes hitos que no pudieron concretar sus predecesores. Con un goleador que apareció en el momento justo, una victoria por más de un gol y un aumento significativo en los remates al arco, Ibáñez ha dado razones para mantener viva la esperanza de clasificación al Mundial de 2026.