El fútbol peruano se encuentra a años luz de las grandes potencias mundiales, y la posibilidad de que estas miren hacia nuestro torneo local en busca de talento parece un sueño lejano. Sin embargo, recientemente hemos conocido la noticia de que Claudio Echeverri ha llegado a un acuerdo con el Manchester City, quienes desembolsarán la suma de 25 millones de euros por sus servicios. Este talentoso jugador, que culminará su contrato con River Plate a finales de 2024, se unirá al equipo dirigido por Pep Guardiola.
La transacción, reportada por el diario ‘The Guardian’, revela el interés y reconocimiento del fútbol europeo por las promesas argentinas. Aunque algunos consideran esta movida como audaz, destacando que Echeverri aún no ha disputado ni diez partidos en la primera división, la realidad es que el fútbol argentino goza de un prestigio internacional que le permite exportar talento de manera exitosa.
En contraste, la situación del fútbol peruano en 2023 es otra. Mientras Echeverri emprende su camino hacia una de las potencias europeas, observamos el retorno de jugadores peruanos que, después de experiencias en el extranjero, regresan a la Liga 1 sin lograr destacar. Entre estos casos se encuentran Christian Cueva, Carlos Zambrano y Gabriel Costa en Alianza Lima; Edison Flores y Roberto Siucho en Universitario de Deportes. Sin embargo, sus regresos no han sido tan exitosos como el de Echeverri, con el único destaque del título de Edison Flores con su club de origen.
Se plantea la pregunta sobre si estos retornos marcan una tendencia en la Liga 1, donde jugadores experimentados que han probado suerte en el extranjero regresan sin dejar huella significativa. Este fenómeno ha llevado a algunos a cuestionar si el fútbol peruano se encuentra entre los peores de Sudamérica, comparándolo con países como Bolivia y Venezuela. A pesar de la rica historia futbolística del Perú, la falta de exportación de nuevos talentos y la presencia de jugadores peruanos en ligas top y europeas se ha vuelto una asignatura pendiente.
En última instancia, la situación actual del fútbol peruano plantea interrogantes sobre el rumbo que toma el desarrollo y la proyección de talento, sugiriendo que los cambios y mejoras en el ámbito dirigencial podrían ser esenciales para revertir esta realidad.