La crisis institucional de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) ha alcanzado su punto máximo tras la derrota ante Argentina en las Eliminatorias al Mundial 2026. El futuro de la Selección Peruana se complica cada vez más debido a la incertidumbre interna y los problemas legales de su presidente, Agustín Lozano. Tras quedar en libertad, Lozano emitió un comunicado en el que agradeció a las autoridades, a su familia y a los dirigentes que han apoyado su trabajo, aunque sus palabras no han logrado calmar las críticas que enfrenta la FPF.
La detención de Agustín Lozano, en un momento clave para el fútbol peruano, ha desatado un torrente de reacciones. Mientras algunos sectores defienden a Lozano, calificando su situación como una persecución política, otros exigen su renuncia, argumentando que su permanencia al frente de la FPF es un obstáculo para el desarrollo del fútbol en el país. La crisis no solo es institucional, sino también deportiva, con la clasificación al Mundial 2026 cada vez más lejana.
En su comunicado, Lozano aseguró ser inocente de los cargos que se le imputan y se mostró dispuesto a colaborar con la justicia. Sin embargo, también reconoció las dificultades que atraviesa la Selección Peruana y prometió trabajar para revertir la situación, aunque las promesas no han logrado calmar la creciente frustración de los hinchas, que piden resultados inmediatos.
La inestabilidad generada por la crisis en la FPF está afectando directamente al rendimiento de la Selección Peruana. La falta de liderazgo claro ha creado un ambiente de incertidumbre que repercute en los jugadores y en la organización de los partidos. Además, los problemas logísticos, como la convocatoria de jugadores y la gestión administrativa, se han visto alterados debido a esta crisis.
El futuro de la Selección Peruana parece cada vez más incierto. La clasificación al Mundial 2026 se ve como un desafío complicado y, mientras la crisis institucional persista, será necesario tomar decisiones urgentes para superar esta situación. La FPF debe actuar con transparencia, renovar el liderazgo y mejorar las bases del fútbol peruano si desea recuperar la competitividad en el ámbito internacional.