El sistema táctico empleado por el profesor Jorge Fossati al frente de la Selección Peruana ha generado intensos debates y críticas tanto entre los aficionados como en el ámbito deportivo local. El 3-5-2 adoptado hasta ahora no ha ofrecido los resultados esperados, lo que ha llevado al entrenador a considerar un cambio hacia el 4-2-3-1, una modificación que podría revitalizar el desempeño del equipo de cara a futuros compromisos.
Si se materializa este cambio, el once titular de la Blanquirroja promete ser formidable. Pedro Gallese estaría bajo los tres palos, respaldado por una línea defensiva conformada por Luis Advíncula, Carlos Zambrano, Alexander Callens y Marcos López. En el centro del campo, Renato Tapia y Pedro Aquino se encargarían de la contención, mientras que Joao Grimaldo, Piero Quispe y Bryan Reyna formarían un tridente creativo detrás del delantero Gianluca Lapadula.
Este potente conjunto titular, familiarizado con el sistema 4-2-3-1, podría ofrecer actuaciones superiores a las vistas durante los primeros seis meses de la era Fossati, que hasta ahora ha carecido de un juego consistente y el respaldo de los seguidores.
A pesar de las decepciones recientes como la Copa América sin goles anotados en más de 270 minutos de juego, jugadores como Joao Grimaldo, Piero Quispe y Bryan Reyna han demostrado su valía y deberían ser pilares fundamentales en el nuevo esquema de juego, siempre y cuando mantengan su forma física óptima y continuidad en el equipo.
La renovación también es evidente en el liderazgo interno, donde figuras emergentes como Joao Grimaldo, Franco Zanelatto, Piero Quispe, Oliver Sonne, Bryan Reyna y Marcos López están llamados a asumir roles protagónicos. Con la inevitable salida de algunos referentes que ya no alcanzan el nivel deseado para competir a nivel continental, se espera que estos jóvenes talentos llenen el vacío con ambición y determinación.
El próximo septiembre podría marcar un punto de inflexión con la implementación de estos cambios, si Jorge Fossati decide apostar por un nuevo sistema que no solo busque revitalizar el juego del equipo, sino también alcanzar los objetivos futuros con renovado ímpetu y cohesión.