Un enardecido seguidor del expresidente peruano, Alberto Fujimori, quiso regalarse una noche de aventura con una extranjera y por azar llegó a cruzarse con una venezolana, quien le ofreció sus arepas.
El hombre, al escuchar que la venezolana le dijo, mi amor, quedó seducido como por arte de magia por la extranjera y él le dijo que la amaba, entonces ella, para corroborar si eran ciertas sus palabras le pidió 4 mil soles, el fujimorista rápidamente hizo unas llamadas con sus conocidos para que le presten esa cantidad.
Dentro de unos minutos, fue hacia el banco, en compañía de la extranjera y retiró del cajero la cantidad que ella le había pedido y se lo entregó. La fémina feliz le agradeció y le dijo que «mañana se verían en el mismo lugar, pero él jamás volvió a saber de la venezolana.
Solo tiempo después, se supo que la extranjera, trajo a su pareja con el dinero desde Venezuela para huir de la hambruna que les ha sometido el dictador, Nicolás Maduro.