La Organización de Estados Americanos (OEA) emitió un contundente comunicado el martes 30 de julio denunciando que las recientes elecciones en Venezuela, en las que Nicolás Maduro fue proclamado ganador, sufrieron una «manipulación aberrante». La declaración, publicada por la oficina del secretario general Luis Almagro, critica duramente al régimen venezolano por distorsionar los resultados y manipular el proceso electoral.
«A lo largo de todo este proceso electoral se observó la aplicación del esquema represivo del régimen venezolano, complementado por acciones que distorsionaron completamente el resultado electoral», señala el comunicado. La OEA exige que Maduro acepte su «derrota electoral» y reconoce que el proceso ha estado plagado de irregularidades.
El domingo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, alineado con el oficialismo, declaró a Nicolás Maduro ganador con el 51,2% de los votos frente al 44,2% obtenido por el principal candidato opositor, Edmundo González. Sin embargo, la oposición, liderada por María Corina Machado, ha cuestionado la validez de estos resultados y ha presentado evidencias que sugieren una victoria de González con 6,27 millones de votos frente a los 2,75 millones de Maduro.
La OEA también criticó la falta de transparencia del proceso electoral, mencionando que la oposición ha presentado copias del 73% de las actas de escrutinio mientras que el gobierno no ha mostrado documentos oficiales. «Sería risible y patético si no fuera trágico», afirma el comunicado de la OEA.
Ante esta situación, la OEA ha convocado una sesión extraordinaria para el miércoles 31 de julio con el fin de abordar la crisis derivada de las elecciones. La organización busca presionar a Maduro para que permita una revisión exhaustiva de las actas electorales y considera que, si el mandatario no acepta las actas en poder de la oposición, se deberían realizar nuevas elecciones con la supervisión de la OEA y la Unión Europea.
La crisis electoral en Venezuela ha generado una respuesta internacional variada. Mientras Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil y Colombia han cuestionado los resultados y solicitado transparencia, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Honduras han respaldado a Maduro. A nivel internacional, países como China, Rusia, Siria, Irán y Madagascar también han mostrado apoyo al régimen venezolano.
En respuesta, Estados Unidos y varios países latinoamericanos están elaborando un proyecto de resolución para presionar a Maduro. Brasil, México y Colombia también han expresado apoyo a la transparencia en el proceso electoral, aunque sus acciones están influenciadas por sus propios intereses regionales.