Escribe: Nutripolítica
El Perú se está tornando cada vez más inseguro. Según las estadísticas de criminalidad e inseguridad muchas regiones del país se ven amenazadas por delincuentes que atentan contra la vida y partencias de los peruanos. Esta situación se ve en mayor proporción en las grandes ciudades siendo lima el foco de la violencia con la noticia de un limpia para brizas que acabó con la vida de un chofer, sólo por negarse a requerir de sus servicios.
Como si eso fuera poco, la clase parásita política, más conocida como los caviares, está usando esta situación para inventar un nuevo dilema, uno que le sirva para atormentar a las masas y luego conducirlas a un camino sin esperanza real. Porque lo último que ellos quieren es dar una solución a cualquier problema ciudadano. Sin ir muy lejos, la violencia no tiene género, edad, etnia o estatus. Pero tenemos caviares alimentando un discurso en donde la mujer sería victima de violencia por el simple hecho de ser una, a ese cuento le llaman feminicidio.
Ante esta situación, encontramos autoridades que, desde su gestión pública, confrontan esta terrible situación y buscan la manera de contrarrestar este flagelo. Por otro lado, tenemos autoridades que se sirven de los recursos públicos para su propia seguridad. Por poner un ejemplo, el uso de personal policial para desplazarse con seguridad desde su domicilio a su centro de trabajo, sin importarles generar malestar, caos y zozobra.
Y, aunque no lo haya mencionado, todo esto afecta también a la economía, el desarrollo y la alimentación de los peruanos. Es por ello, que una vez más, ahondo en la importancia de ejercer un voto responsable. La libertad de desplazarse seguros por el territorio nacional no debe ser un privilegio del que gocen algunos políticos, sino el de todos los ciudadanos. Aunque algunas autoridades hagan su mejor esfuerzo por cambiar las cosas, poco o nada podrán hacer si no hay una entrega verdadera por parte de todos los actores políticos.
Si el pueblo peruano de verdad quiere un cambio hacia la seguridad, una economía estable y la posibilidad de acceder a una alimentación digna, debe aprender a identificar y votar por políticos capaces, no por demagogos sin experiencia, pero con mucha supuesta identidad pluricultural.