Escribe: Yuri Luis Medina, candidato a la Alcaldía de San Martín de Porres
No es secreto que el Perú está atravesando por la peor crisis criminal de su historia, la ausencia del Estado, autoridades ineficientes y corruptas e inmigración descontrolada han convertido al país con el modelo de crecimiento más estable de la región a una jungla donde sólo sobrevive el que le paga puntualmente al extorsionador de turno.
En este escenario, San Martín de Porres es uno de los distritos de Lima donde el problema se ahonda con mayor crueldad y ha exacerbado una crisis de seguridad que exige soluciones realmente inteligentes, no solo el uso de la fuerza.
La populista propuesta de sacar a los militares a las calles es una respuesta demagógica que solo evidencia la poca seriedad con la que se aborda este complejo problema y lo traslada a una entidad que no está especializada en ello.
¿Queremos ganarle la guerra al crimen en el siglo XXI?, pues no lo haremos con tanques, toques de queda, ni con comprar las horas de franco de los policías. La guerra se ganará solo con inteligencia. Sí, con inteligencia artificial y algoritmos.
El Fracaso de la Fuerza Bruta y el Poder de la Tecnología
Las bandas criminales con las que nos enfrentamos no buscan el sencillo del comerciante. Buscan el control de la ciudad. Aunque para ello tengan que infiltrarse en todos los poderes del Estado, extorsionar a autoridades y usar la ley a su favor.
Frente a ello, es urgente un cambio de paradigma, pasando de la reacción a la prevención inteligente y la respuesta quirúrgica.
Mi propuesta como candidato a la alcaldía es clara: debemos invertir en la modernización tecnológica integral de nuestra seguridad ciudadana. Esto significa construir un ecosistema de vigilancia y respuesta que garantice la velocidad, la precisión y, crucialmente, la evidencia legal incontrastable.
Una Estrategia de Seguridad Basada en Datos e Inteligencia
La columna vertebral de mi estrategia será la implementación de herramientas tecnológicas de vanguardia:
Serenazgo “de inteligencia” con equipamiento táctico Inteligente:
Nuestro personal de serenazgo dejará de ser solo un vigilante para convertirse en un punto de recolección de datos en tiempo real. Cada efectivo estará equipado con cámaras corporales con audio de alta fidelidad y geolocalización GPS constante. De esta manera, proveeremos a la Policía Nacional de una cadena de custodia de evidencia digital desde el momento cero, georreferenciada y auditable.
Vigilancia predictiva con biometría:
Desplegaremos una red de cámaras de seguridad de alta resolución en puntos críticos, equipadas con identificación biométrica facial y de patrones de conducta. La IA no sólo grabará, sino que alertará sobre la formación de grupos sospechosos, vehículos rondando de forma anómala o el movimiento de individuos con requisitoria o antecedentes. Esto es anticipación del crimen, no solo registro.
El Centro de Operaciones de Respuesta Rápida:
Este será el cerebro de nuestra seguridad. No será solo una sala de monitoreo, sino un Centro de Comando y Control donde supervisores capacitados y asistidos por sistemas de IA, analizarán la entrada masiva de datos. La IA filtrará y destacará las situaciones de riesgo real. El supervisor podrá entonces proveer información táctica e instantánea a la Policía Nacional del Perú (PNP) –incluyendo la ubicación exacta, descripción de sospechosos, y el video/audio del delito– mientras este está ocurriendo.
La Evidencia Digital al Servicio de la Justicia Rápida
La clave para desarticular las redes criminales es asegurar de que las capturas tengan como consecuencia sentencias firmes y rápidas. El mayor cuello de botella en nuestro sistema judicial es la falta de evidencia sólida e irrefutable.
Al entregar a la PNP un paquete probatorio digital completo (vídeo, audio, geolocalización) del momento exacto del delito, facilitaremos la aplicación de la Ley de Flagrancia. De esta manera las autoridades ya no tendrán excusas para dejar libres a los delincuentes por vacíos legales o falta de pruebas.
Finalmente, la mano dura es necesaria y los derechos humanos deben ser para los humanos derechos, pero no nos dejemos mentir por lagartos, fanfarrones ni blandengues, hagamos de la Inteligencia Artificial nuestra arma para mandar a los criminales y sus apañadores tras las rejas (o más allá) y de esta manera, devolver la tranquilidad a los peruanos de bien.
