1.- Llegan al poder de manera democrática bajo la narrativa de que el capitalismo es un modelo fracasado, explotador, saqueador, destructor, discriminador e inhumano que solo está al servicio de una pequeña élite internacional. Que la causa de la pobreza se debe a la mala redistribución de la riqueza y de que la prensa mercenaria y los empresarios codiciosos son los principales enemigos del estado. Que solo el socialismo es la única vía hacia la igualdad, el desarrollo cultural, tecnológico y socioeconómico.
2.- Una vez que el pueblo ha puesto todas sus esperanzas en esta nueva forma de gobierno, se instaura una Asamblea Constituyente y se elabora una nueva Constitución Política de manera participativa y “democrática”. Los cargos importantes son acaparados por los miembros del partido sin consideraciones a la trayectoria profesional; es decir, los destinos del país se ponen en manos de los menos preparados.
3.- Más allá de plantear una economía mixta de mercado como lo plantea el padre del socialismo del siglo XXI, Heinz Dieterich Steffan; recaen en el control absoluto de los poderes del estado y del BCR; en el estatismo, la expropiación, renegociación con las empresas privadas (80-20), control de precios, subsidios, bonos, prestamos, etc.
4.- Al principio parece ir todo viento en popa, mientras hay reservas, ingreso por la venta de materias primas, empréstito nacional y préstamos internacionales. Este ingreso permite construir carreteras, colegios, hospitales, viviendas y todo tipo de infraestructuras sociales. Se dinamiza un poco la economía, se controla la inflación se fortalece la moneda nacional, se incrementa el salario básico y hay control y tranquilidad de la población. Pero, al mismo tiempo, se afianza una economía informal; la producción interna disminuye; se importa más que se exporta; se incrementa el desempleo; hay fuga de capitales y nadie quiere invertir bajo las condiciones del estado.
5.- Al no haber exploraciones nuevas, recursos que venden y acabado las reservas internacionales; la deuda interna y externa crece significativamente. No hay bonos soberanos y el riesgo país se incrementa. El precio del dólar se acelera; se recurre como medida desesperada a la impresión de billetes nacionales; la moneda se devalúa, crece la inflación; los productos de prima necesidad y medicinas suben de precio y luego escasean; aparece el mercado negro; se producen las primeras colas, protestas y emigraciones; el gobierno manipula, reprime, persigue, encarcela y culpa de la desgracia a EE.UU.