La popularidad de TikTok ha traído consigo una ola de creadores de contenido que buscan destacar a toda costa, pero no todos lo hacen de manera ética. Uno de los casos más alarmantes es el del guatemalteco conocido como ‘Tío Colocho’, quien ha sido denunciado por organizar transmisiones en vivo con desafíos de alto contenido sexual. Lo más preocupante es que en estas dinámicas participan jovencitas e incluso menores de edad, a cambio de regalos virtuales que se traducen en dinero para el influencer.
Entre los retos más cuestionados se encuentra el llamado “reto de la lluvia”, descrito por usuarios y especialistas como una práctica de carácter sexual explícito. Las participantes, muchas veces adolescentes, son incitadas a realizar acciones íntimas en tiempo real frente a una audiencia masiva. Esta situación ha generado una ola de indignación en redes sociales, especialmente en países como Guatemala y Honduras, donde se exige la cancelación del perfil del tiktoker por vulnerar la dignidad de las mujeres involucradas.
El caso ha reabierto el debate sobre la responsabilidad de las plataformas digitales en el control de contenidos. Aunque TikTok prohíbe expresamente la difusión de material sexual o peligroso, la presencia de transmisiones como las del ‘Tío Colocho’ evidencia fallas en los mecanismos de supervisión. Expertos advierten que los menores de edad son especialmente vulnerables, ya que muchos aceptan participar en estos retos sin comprender las consecuencias emocionales y sociales que pueden enfrentar.
A pesar de las múltiples denuncias, el ‘Tío Colocho’ continúa activo en TikTok y acumula miles de seguidores. En sus transmisiones, recibe constantemente obsequios digitales de usuarios que celebran sus polémicos desafíos. En una de sus declaraciones más controversiales, el influencer minimizó las críticas: “Estoy aburrido de que me digan que en la plataforma hay menores de edad (…) A los trece años ya uno saca a ‘pasear el ganso’, dejen de tonteras”, expresó, generando aún más rechazo entre la audiencia.
Diversas organizaciones y usuarios han solicitado que tanto las autoridades como la propia plataforma tomen medidas urgentes para frenar este tipo de contenidos. Señalan que estas transmisiones no solo ponen en riesgo a jóvenes, sino que también normalizan la explotación y el abuso en redes sociales. El caso del ‘Tío Colocho’ se ha convertido en un llamado de atención sobre los límites éticos del contenido digital y la urgente necesidad de proteger a los más vulnerables.