Adán y Eva son personajes bíblicos que se mencionan en el libro del Génesis, en el Antiguo Testamento de la Biblia. Según la narrativa bíblica, Adán fue el primer hombre creado por Dios y Eva fue la primera mujer, creada a partir de una de las costillas de Adán.
Según el relato bíblico, Dios colocó a Adán y Eva en el Jardín del Edén, un lugar paradisíaco, y les dio la responsabilidad de cuidarlo y gobernar sobre todas las criaturas. Sin embargo, desobedecieron a Dios al comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, a pesar de la prohibición divina. Este acto se conoce como el pecado original.
Como consecuencia de su desobediencia, Adán y Eva fueron expulsados del Jardín del Edén y experimentaron las consecuencias del pecado, incluyendo la muerte y el trabajo arduo. Se considera que su historia representa el inicio de la humanidad y la entrada del pecado en el mundo, según la tradición judeocristiana.
Es importante tener en cuenta que la historia de Adán y Eva es una narrativa religiosa y no se puede verificar o respaldar mediante evidencia científica o histórica. Su interpretación y significado varían según las diferentes tradiciones religiosas y culturales.