El terremoto de 1970 en Perú es recordado como uno de los peores desastres naturales del país. Sin embargo, lo que muchos desconocen es la tragedia que ocurrió en los pueblos de Yungay y Ranrahirca, los cuales fueron sepultados por un alud de rocas y lodo provocado por el desprendimiento del nevado de Huascarán.
En total, 25 000 personas perdieron la vida en estas dos ciudades, convirtiéndose en uno de los desastres más mortales en la historia de América Latina. A pesar de la magnitud de esta tragedia, la historia de Yungay y Ranrahirca ha sido olvidada con el paso del tiempo.
Sin embargo, es importante recordar estos sucesos para honrar la memoria de las víctimas y aprender de los errores del pasado. Hoy en día, tanto Yungay como Ranrahirca han sido reconstruidos en nuevos lugares y son considerados como lugares de memoria.
El terremoto de 1970 en Perú no solo dejó una huella imborrable en la historia del país, sino que también sirve como recordatorio de la importancia de la preparación y prevención ante desastres naturales.