Las lombrices de tierra son unos animales invertebrados que pertenecen al grupo de los anélidos, es decir, que tienen el cuerpo segmentado en anillos. Son de color gris rojizo y pueden medir desde unos pocos centímetros hasta más de 30. Se alimentan de materia orgánica en descomposición que encuentran en el suelo, como hojas, raíces o restos de animales.
Las lombrices de tierra son muy importantes para la salud del suelo, ya que lo airean con sus túneles, lo fertilizan con sus excrementos y lo enriquecen con nutrientes y minerales. También son una fuente de alimento para muchos otros animales, como aves, ratas o sapos. Además, se usan como abono orgánico y como cebo para la pesca.
Pero, ¿cómo respiran las lombrices de tierra? ¿Qué órganos usan para tomar el oxígeno y eliminar el dióxido de carbono? ¿Qué condiciones necesitan para respirar correctamente? Aquí te contamos cómo es la respiración de las lombrices de tierra y qué curiosidades tiene.
La respiración cutánea de las lombrices
Las lombrices de tierra tienen respiración cutánea, es decir, respiran a través de su piel. No tienen nariz ni pulmones ni ningún otro órgano especializado en la respiración. Solo usan su boca para alimentarse, no para respirar.
La respiración cutánea consiste en absorber el oxígeno del aire o del agua que rodea a la lombriz y liberar el dióxido de carbono que se produce como resultado del metabolismo celular. Para que este intercambio gaseoso se produzca, la piel de la lombriz debe estar siempre húmeda, ya que la humedad facilita la difusión del oxígeno y el dióxido de carbono a través de los poros.
La piel de la lombriz está formada por una capa externa llamada cutícula, que es impermeable al agua pero permeable al aire, y una capa interna llamada epidermis, que contiene células secretoras de moco y células sensoriales. Bajo la epidermis hay una capa muscular y una capa vascular, donde se encuentran los vasos sanguíneos que transportan el oxígeno y el dióxido de carbono por todo el cuerpo.
El proceso de respiración cutánea se puede resumir en los siguientes pasos:
- La lombriz se expone al oxígeno del aire o del agua que la rodea, ya sea saliendo a la superficie o excavando en el suelo.
- El oxígeno se disuelve en la humedad de la cutícula y pasa a través de los poros hasta llegar a los capilares sanguíneos que hay debajo de la epidermis.
- El oxígeno se une a la hemoglobina, una proteína que hay en los glóbulos rojos, y viaja por el sistema circulatorio hasta llegar a las células del cuerpo.
- Las células usan el oxígeno para obtener energía mediante la respiración celular y producen dióxido de carbono como desecho.
- El dióxido de carbono se une a la hemoglobina y viaja por el sistema circulatorio hasta llegar a los capilares sanguíneos que hay debajo de la epidermis.
- El dióxido de carbono pasa a través de los poros y se disuelve en la humedad de la cutícula, donde se libera al aire o al agua que rodea a la lombriz.
Las condiciones para respirar
Para que las lombrices puedan respirar correctamente, necesitan mantener su piel húmeda pero no mojada. Si su piel se seca, los poros se cierran y no pueden absorber el oxígeno ni eliminar el dióxido de carbono. Si su piel se moja demasiado, el agua bloquea los poros y tampoco pueden realizar el intercambio gaseoso.
Por eso, las lombrices prefieren vivir en suelos húmedos y con materia orgánica, que les proporcionan humedad y alimento. También evitan la luz solar directa y el calor, que pueden deshidratarlas y matarlas. Por lo general, se mantienen cerca de la superficie del suelo, donde hay más oxígeno, pero pueden cavar hasta dos metros de profundidad si las condiciones lo requieren.
Durante los períodos de lluvia, las lombrices suelen salir a la superficie para evitar ahogarse en el suelo saturado de agua. Sin embargo, también corren el riesgo de secarse si se quedan expuestas al aire durante mucho tiempo. Por eso, se mueven rápidamente buscando un refugio húmedo y oscuro, como una piedra o una hoja. También aprovechan la lluvia para desplazarse a otros lugares y encontrar nuevas fuentes de alimento.
La reproducción de las lombrices
Las lombrices de tierra son animales hermafroditas, es decir, que tienen órganos reproductores masculinos y femeninos. Sin embargo, no pueden autofecundarse, sino que necesitan aparearse con otra lombriz para reproducirse.
El apareamiento se produce en la superficie del suelo, generalmente por la noche. Dos lombrices se unen por el clitelio, una zona engrosada que tienen en el tercio anterior del cuerpo. El clitelio secreta un líquido viscoso que forma un capullo o cofre alrededor de las lombrices. Dentro del capullo se produce el intercambio de esperma entre las lombrices.
Después del apareamiento, las lombrices se separan y cada una entierra su capullo en el suelo. El capullo se endurece y protege a los embriones que se desarrollan en su interior. Cada capullo puede contener entre dos y veinte embriones, dependiendo de la especie. El período de incubación dura entre dos y cuatro semanas, según la temperatura y la humedad del suelo.
Las lombrices recién nacidas emergen del capullo con un tamaño muy pequeño y sin segmentación. A medida que crecen, van formando los anillos y las sedas que caracterizan a las lombrices adultas. Las lombrices pueden alcanzar la madurez sexual entre los dos y los seis meses de edad.