Los dinosaurios dominaron la Tierra durante más de 200 millones de años, hasta que desaparecieron repentinamente hace 66 millones de años. ¿Qué causó esta masiva extinción que acabó con la era de los reptiles gigantes? Te contamos las principales teorías que intentan explicar este enigma.
Los dinosaurios fueron un grupo diverso y exitoso de reptiles que vivieron desde el Triásico hasta el Cretácico, es decir, desde hace unos 230 millones de años hasta hace unos 66 millones de años. Durante ese tiempo, se adaptaron a diferentes hábitats y climas, y evolucionaron en formas y tamaños muy variados.
Sin embargo, al final del Cretácico, algo ocurrió que acabó con la mayoría de los dinosaurios y con muchos otros seres vivos. Este evento se conoce como la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno (K-Pg), y es uno de los cinco episodios más catastróficos que ha sufrido la vida en la Tierra.
¿Qué provocó esta extinción masiva? Los científicos llevan décadas investigando esta cuestión, y han propuesto varias hipótesis que intentan dar respuesta a este misterio. A continuación, te presentamos las tres teorías más aceptadas.
La teoría del impacto
La teoría del impacto fue propuesta por primera vez en 1980 por los científicos Luis y Walter Álvarez, padre e hijo. Ellos descubrieron que en las rocas del límite K-Pg había una alta concentración de iridio, un metal raro en la corteza terrestre pero abundante en los meteoritos.
Esto les llevó a sugerir que la extinción masiva fue causada por el impacto de un gran asteroide o cometa contra la Tierra, que habría levantado una enorme nube de polvo y escombros que habría oscurecido el cielo y enfriado el planeta durante meses o años.
Esta teoría cobró más fuerza cuando se encontró el cráter de Chicxulub, en la península de Yucatán (México), que tiene el tamaño y la edad adecuados para coincidir con el evento de extinción. Se estima que el asteroide que lo originó medía unos 12 kilómetros de diámetro y liberó una energía equivalente a mil millones de bombas atómicas.
El impacto habría provocado terremotos, tsunamis, incendios forestales y lluvia ácida, además de alterar el clima global. Muchas especies habrían muerto al instante o poco después, mientras que otras habrían sufrido las consecuencias a largo plazo, como la escasez de alimento y la competencia por los recursos.
La teoría volcánica
La teoría volcánica sostiene que la extinción masiva fue causada por una intensa actividad volcánica que ocurrió en el mismo período que el impacto del asteroide. Se trata de las erupciones del Decán, una región de la India donde se formaron unas enormes coladas de lava basáltica que cubrieron una superficie equivalente a dos tercios de Europa.
Estas erupciones habrían liberado grandes cantidades de gases como dióxido de carbono, dióxido de azufre y metano, que habrían alterado la composición química de la atmósfera y los océanos. Estos gases habrían provocado un efecto invernadero que habría elevado la temperatura global y acidificado el agua marina.
La actividad volcánica también habría afectado al ciclo del nitrógeno y al ciclo del fósforo, lo que habría reducido la disponibilidad de nutrientes para las plantas y el plancton, la base de la cadena alimenticia. Además, las cenizas volcánicas habrían bloqueado parcialmente la luz solar, lo que habría afectado a la fotosíntesis.
La teoría combinada
La teoría combinada propone que tanto el impacto del asteroide como la actividad volcánica contribuyeron a la extinción masiva, pero con diferentes grados de responsabilidad. Según esta teoría, las erupciones del Decán ya habían debilitado a los ecosistemas antes del impacto, pero este fue el golpe final que acabó con los dinosaurios y muchas otras especies.
Esta teoría se basa en el análisis de los registros fósiles y geológicos, que muestran que la extinción no fue un evento instantáneo, sino que se produjo de forma gradual y desigual en diferentes regiones y grupos de organismos. Así, algunos dinosaurios habrían sobrevivido al impacto, pero no a las condiciones posteriores.
Además, esta teoría intenta explicar por qué algunas especies lograron sobrevivir a la extinción masiva, como las aves, los mamíferos, los reptiles y los anfibios. Estas especies habrían tenido ventajas adaptativas, como ser más pequeñas, más móviles, más versátiles o más resistentes a los cambios ambientales.