Nueva York es una de las ciudades más famosas y visitadas del mundo. Su historia, su cultura, su arquitectura y su diversidad la convierten en un destino único y atractivo. Pero además de ser conocida como la ciudad que nunca duerme, Nueva York tiene otro apodo muy popular: la gran manzana. ¿De dónde viene este sobrenombre y qué significa?
El origen del apodo de la gran manzana se remonta a los años 20 del siglo pasado, cuando un periodista deportivo llamado John J. Fitz Gerald empezó a usarlo en sus artículos sobre las carreras de caballos que se celebraban en Nueva York. Según él mismo explicó, escuchó el término por primera vez en 1920 en Nueva Orleans, donde unos mozos de cuadra se referían a Nueva York como la gran manzana porque era el lugar donde se disputaban las mejores carreras y los mejores premios.
Fitz Gerald quedó impresionado por la expresión y la adoptó para titular su columna en el periódico New York Morning Telegraph: «Alrededor de la gran manzana». Así, el apodo se popularizó entre los aficionados a las carreras de caballos y luego se extendió a otros ámbitos, como el de la música jazz. Los músicos de jazz usaban el término para referirse a Nueva York como la ciudad donde había más oportunidades y más prestigio para tocar.
El apodo de la gran manzana cayó en desuso durante los años 30 y 40, pero resurgió con fuerza en los años 70, cuando la oficina de turismo de Nueva York lo utilizó como parte de una campaña publicitaria para promover la ciudad y mejorar su imagen, que estaba afectada por la crisis económica y el aumento de la delincuencia. La campaña fue un éxito y el apodo se consolidó como una forma cariñosa y orgullosa de llamar a Nueva York.
Así pues, el apodo de la gran manzana no tiene nada que ver con la producción o el consumo de manzanas en Nueva York, sino que es una metáfora que alude a la grandeza, la riqueza y la variedad de la ciudad. Nueva York es la gran manzana porque es el lugar donde todos quieren estar, donde se cumplen los sueños y donde se vive con intensidad.