Las garzas son aves acuáticas que se alimentan de peces, anfibios, crustáceos y otros animales que capturan con su largo y afilado pico. Tienen un plumaje blanco, gris o azulado y unas patas largas y delgadas que les permiten caminar por el agua sin hundirse. Las garzas pueden medir entre 70 y 85 cm de alto y tienen una envergadura alar de hasta 2 metros.
Las garzas tienen un comportamiento muy curioso cuando duermen o descansan: se apoyan sobre una sola pata y esconden la otra bajo el plumaje. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué beneficio les aporta esta postura?
La razón principal por la que las garzas duermen sobre una sola pata es para conservar el calor corporal. Las plumas del ave funcionan como un aislante térmico que mantiene la temperatura del cuerpo, pero el pico y las patas, al estar desnudos, pierden más calor. Al recoger una pata bajo las plumas, la garza reduce la superficie expuesta al frío y evita la pérdida de calor por esa extremidad.
Además, al apoyarse sobre una sola pata, la garza reduce el contacto con el suelo o el agua, que pueden estar más fríos que el aire. Así, la garza minimiza la transferencia de calor por conducción y mantiene su pata de apoyo más caliente.
Otra posible razón por la que las garzas duermen sobre una sola pata es para mantener el equilibrio. Las patas de las garzas tienen un mecanismo de bloqueo que les permite mantenerse erguidas sin hacer esfuerzo muscular. Al apoyarse sobre una sola pata, la garza concentra su centro de gravedad y se estabiliza mejor ante posibles movimientos del viento o del agua.
Este comportamiento no es exclusivo de las garzas, sino que lo comparten otras aves zancudas como los flamencos, los ibis o las cigüeñas. También hay otras aves que duermen sobre una sola pata, como los pingüinos o los búhos. Todas ellas buscan reducir la pérdida de calor y mantener su temperatura corporal óptima.
Las garzas son unas aves fascinantes que han desarrollado una adaptación muy inteligente para sobrevivir en ambientes acuáticos. Al dormir sobre una sola pata, las garzas ahorran energía y se protegen del frío.