Los pigmeos son grupos de personas que viven en diferentes regiones del mundo, especialmente en África y Asia, y que se caracterizan por su baja estatura. El término pigmeo se aplica a aquellos cuya altura media es inferior a 155 cm en los hombres y 150 cm en las mujeres. Pero, ¿a qué se debe este rasgo distintivo? ¿Es una adaptación al medio ambiente o una consecuencia de otros factores?
Durante mucho tiempo, los científicos han debatido sobre las posibles causas de la estatura reducida de los pigmeos. Algunas hipótesis apuntaban a que se trataba de una ventaja evolutiva para sobrevivir en las selvas tropicales, donde el calor es sofocante, la comida escasea y los patógenos abundan. Así, los pigmeos tendrían más facilidad para moverse entre la vegetación densa, regular su temperatura corporal y resistir el hambre y las enfermedades.
Sin embargo, estas explicaciones no son satisfactorias para todos los casos. No todos los pigmeos viven en bosques húmedos, ni todos los habitantes de estos ecosistemas son pigmeos. Además, existen otros grupos humanos que viven en condiciones similares de escasez de recursos y no son bajitos. Por ejemplo, los masáis o los turkanas de África oriental son algunos de los pueblos más altos del mundo.
Otra línea de investigación se ha centrado en el análisis genético de los pigmeos para identificar las variantes que influyen en su estatura. Un estudio publicado en 2012 por Sarah Tishkoff y sus colaboradores encontró que los pigmeos africanos comparten algunas regiones del genoma que afectan al crecimiento y al desarrollo óseo. Estas regiones podrían haber sido seleccionadas naturalmente a lo largo de la historia por conferir alguna ventaja adaptativa.
Pero, ¿cuál sería esa ventaja? Según Andrea Migliano y sus colegas, la clave estaría en la reproducción temprana. Los pigmeos tienen una esperanza de vida muy corta, entre 16 y 24 años, lo que les deja poco tiempo como potenciales padres. Para compensar esto, han evolucionado para alcanzar la madurez sexual a una edad más temprana que otros grupos humanos. Esto implica que su etapa de crecimiento puberal se acorta, lo que resulta en una menor altura adulta.
Así pues, la estatura de los pigmeos no sería una adaptación directa al medio ambiente, sino un efecto secundario de una estrategia reproductiva. Los pigmeos habrían optado por una filosofía de \»vivir rápido y morir joven\», que les permitiría dejar descendencia antes de morir. Esta hipótesis concuerda con el hecho de que los pigmeos tienen un crecimiento más lento y precoz que otras poblaciones humanas.
En conclusión, los pigmeos son tan bajitos porque así pueden reproducirse más pronto y asegurar la supervivencia de sus genes. Su estatura es el resultado de una compleja interacción entre factores genéticos, ambientales y culturales que han moldeado su evolución a lo largo de miles de años.