La serpiente es un animal que ha fascinado y aterrorizado al ser humano desde la antigüedad. Su capacidad de mudar la piel, de inocular veneno y de curarse a sí misma le ha otorgado un significado mágico y misterioso. Pero ¿cómo se convirtió en el símbolo de la medicina?
El origen de este símbolo se remonta a la mitología griega, donde encontramos al dios Asclepio, el dios de la medicina y la curación. Según la leyenda, Asclepio era hijo de Apolo, el dios del sol y la música, y de Coronis, una princesa mortal. Cuando Coronis estaba embarazada, Apolo descubrió que le era infiel y la mató con sus flechas. Sin embargo, logró rescatar al bebé que llevaba en su vientre y lo entregó al centauro Quirón, que lo educó y le enseñó el arte de la medicina.
Asclepio se convirtió en un gran médico, capaz de curar todo tipo de enfermedades e incluso de resucitar a los muertos. Esto provocó la ira de Zeus, el rey de los dioses, que lo mató con un rayo por alterar el equilibrio natural entre la vida y la muerte. Antes de morir, Asclepio había tenido varios hijos e hijas que continuaron su labor médica y fundaron templos en su honor.
Uno de estos templos se encontraba en Epidauro, una ciudad del Peloponeso. Allí se practicaba un ritual llamado incubación, que consistía en que los enfermos dormían en el templo esperando recibir un sueño revelador que les indicara el remedio para su mal. En el templo había varias serpientes sagradas que se deslizaban entre los durmientes y que se creía que tenían poderes curativos.
La serpiente se asociaba con Asclepio por varias razones. Una de ellas era que el dios tenía un bastón con una serpiente enrollada, llamado caduceo o vara de Asclepio. Este bastón era un regalo del dios Hermes, el mensajero de los dioses y el protector de los viajeros y los comerciantes. Hermes tenía un bastón similar, pero con dos serpientes entrelazadas y unas alas en la parte superior. A veces se confunden ambos bastones, pero el caduceo de Hermes es más un símbolo de comunicación y negociación que de medicina.
Otra razón era que la serpiente representaba la sabiduría, la regeneración y la inmortalidad. La serpiente mudaba su piel periódicamente, lo que simbolizaba el renacimiento y la renovación. Además, su veneno podía ser tanto letal como sanador, dependiendo de la dosis y el uso que se le diera. Por último, la serpiente era un animal sagrado para Apolo, el padre de Asclepio, y se le atribuía el don de la profecía.
Así pues, la serpiente como símbolo de la medicina tiene su origen en la mitología griega y en el culto a Asclepio, el dios de la curación. Este símbolo se ha mantenido hasta nuestros días como una forma de rendir homenaje a este antiguo arte y a sus beneficios para la humanidad.