La limpieza facial es un hábito importante para mantener la piel saludable y libre de impurezas. Sin embargo, la temperatura del agua que usas para lavarte la cara puede afectar la salud de tu piel. A continuación, te presento algunos beneficios y desventajas de lavarte la cara con agua fría o caliente:
Agua fría Lavarse el rostro con agua fría tiene varios beneficios. Por ejemplo, activa la circulación sanguínea y ayuda a prevenir el acné. Además, es muy estimulante, ya que nos despierta, aumenta el metabolismo y tonifica la piel y los músculos. Sin embargo, el agua fría puede resecar la piel, especialmente si se usa con demasiada frecuencia. Si lo que buscas es eliminar la suciedad facial, utilizar agua fría no es la opción recomendada, ya que lo que conseguirás será que la suciedad se endurezca y no se pueda retirar con facilidad.
Agua caliente El agua caliente es ideal para relajar los músculos faciales y abrir los poros, lo que facilita la eliminación de la suciedad y las impurezas. Sin embargo, el agua caliente también puede ser perjudicial para la piel. El agua caliente elimina la grasa natural de la piel, que actúa como barrera protectora, y puede provocar que la piel se irrite y se reseque. Además, el agua caliente puede aumentar la producción de sebo y taponar los poros, lo que puede provocar la aparición de acné.
Agua templada La mejor opción para lavarse la cara es utilizar agua templada. El agua templada ayuda a mantener la piel hidratada y no la reseca como el agua fría. Además, el agua templada ayuda a eliminar la suciedad y las impurezas sin dañar la piel. También ayuda a relajar los músculos faciales y a abrir los poros, lo que facilita la eliminación de la suciedad y las impurezas.