Raparse el cabello puede ser una forma de cambiar de look y sentirse renovado. Sin embargo, hay ciertas cosas que debes tener en cuenta antes de tomar la decisión de raparte la cabeza.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que raparse el cabello no tiene relación con que vaya a crecer más rápido o más grueso. De hecho, raparse el cabello con demasiada frecuencia puede dañar la piel y hacer que el cabello crezca más fino. Además, la piel puede irritarse o inflamarse, especialmente si tienes la piel sensible. También puede haber un mayor riesgo de infecciones si no se utiliza una técnica de raspado adecuada.
Si decides raparte la cabeza, es importante tener en cuenta que el cabello de una cabeza rapada tarda aproximadamente dos semanas en empezar a regenerarse. Una vez que empieza a crecer de nuevo, suele progresar a un ritmo de medio o un centímetro al mes (entre 8 y 12 centímetros al año). El cuidado y la higiene adecuados pueden ayudar a acelerar el proceso.
Después de raparte la cabeza, es importante proteger la piel de los rayos del sol. La piel del cuero cabelludo es muy sensible y puede quemarse fácilmente. Usa un sombrero o una gorra para proteger la piel de los rayos UV. También es importante mantener el cuero cabelludo limpio y bien hidratado. Lava el cuero cabelludo con un champú suave y agua tibia. No uses agua caliente, ya que puede irritar la piel. Después de lavar el cabello, sécalo suavemente con una toalla limpia. No frotes el cabello con fuerza, ya que esto puede dañar los folículos pilosos.
En resumen, raparse el cabello puede ser una buena opción si estás experimentando problemas de caspa o cuero cabelludo irritado, pero debes tener en cuenta que no tiene relación con que vaya a crecer más rápido o más grueso. Además, raparse el cabello con demasiada frecuencia puede dañar la piel y hacer que el cabello crezca más fino. Si decides raparte la cabeza, recuerda tener paciencia; el cabello de una cabeza rapada puede tardar hasta tres meses en alcanzar su longitud total.