Los vehículos eléctricos son una de las soluciones más prometedoras para combatir el cambio climático. Según la ONU, el transporte tradicional emite alrededor de 8 gigatoneladas de emisiones de carbono a la atmósfera anualmente, una cantidad que podría duplicarse para 2040 y acelerar el cambio climático. Los vehículos eléctricos, por otro lado, no emiten gases de escape y, por lo tanto, no contribuyen a la contaminación del aire. Además, los vehículos eléctricos son más eficientes en términos de energía y tienen un costo operativo más bajo que los vehículos de combustión interna.
Más de 30 países se han comprometido a promover los vehículos eléctricos en las flotas de transporte público y para los consumidores, y disminuir la contaminación atmosférica. La iniciativa “Driving Change Together” presentada durante la Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas en Katowice, COP24, compromete a los Estados que la firmen a acelerar el despliegue de vehículos con cero emisiones, aumentar el transporte público verde y mejorar la calidad del aire en las ciudades. Polonia pretende tener un millón de autos eléctricos en sus carreteras para 2025, mientras que el Reino Unido está apuntando a la eliminación completa de la venta de los autos diesel y gasolina para 2040.
En resumen, los vehículos eléctricos son una solución prometedora para combatir el cambio climático. A medida que más países se comprometen a promover los vehículos eléctricos, es probable que veamos un aumento en su uso en todo el mundo. Si bien aún hay desafíos por superar, como la infraestructura de carga insuficiente y los altos costos iniciales, es importante seguir avanzando hacia un futuro más sostenible.