Andrew Redmayne, el arquero australiano que atajó el penal decisivo a Alex Valera en el repechaje para Qatar 2022, compartió en sus redes sociales imágenes de aquel día que frustró el sueño mundialista de la bicolor.
Hace un año, la selección peruana se jugaba su última opción de clasificar al Mundial Qatar 2022 en un repechaje contra Australia. Tras un empate sin goles en los 120 minutos de juego, la definición se fue a los penales, donde el portero Andrew Redmayne se convirtió en el héroe de su país y en el villano de los peruanos.
Redmayne, quien era suplente y entró por la lesión del titular Mat Ryan, sorprendió a todos con sus extraños movimientos y bailes en la línea de gol, con los que buscaba distraer y desconcentrar a los ejecutantes peruanos. Su estrategia funcionó, pues logró detener el disparo de Alex Valera, el único que falló en la tanda.
Con ese penal atajado, Australia selló su boleto al Mundial con un marcador de 4-3 y dejó a Perú con las manos vacías. Redmayne fue el más festejado por sus compañeros y por toda la afición australiana, que celebró su clasificación como una hazaña histórica.
Un año después, el portero bailarín no olvida aquel día y lo recordó con orgullo en sus redes sociales. Compartió algunas fotos y videos de su actuación y de los festejos posteriores, acompañados de emoticones de alegría y corazones. También recibió el saludo y el reconocimiento de sus seguidores, que lo consideran un ídolo nacional.
Sin embargo, no todos le tienen cariño a Redmayne. En Perú, su nombre quedó marcado como el responsable de la eliminación de la bicolor, que buscaba volver a un Mundial tras su participación en Rusia 2018. Algunos usuarios peruanos le dejaron comentarios negativos e insultos en sus publicaciones, mientras que otros lo tomaron con humor y lo llamaron «papá Redmayne».
Lo cierto es que la actuación de Redmayne tuvo tal repercusión que la FIFA decidió modificar las reglas para los penales, prohibiendo los bailes y los movimientos excesivos de los porteros antes de la ejecución. Así, el portero bailarín pasó a la historia como el verdugo de Perú y como el impulsor de un cambio normativo en el fútbol mundial.
