El joven delantero Oliver Sonne llegó a la Selección Peruana hace poco, pero ya se ha ganado el cariño de los hinchas y el respeto del entrenador. Sonne, que juega en el Silkerborg IF de Dinamarca, debutó con la camiseta nacional en los partidos de las Eliminatorias Sudamericanas contra Bolivia y Ecuador, y aunque no tuvo muchos minutos, demostró su calidad y su compromiso con el equipo.
Sonne, que tiene ascendencia peruana por parte de su abuela, contó en una entrevista con su club cómo fue su experiencia con la Bicolor y lo que espera para el futuro. «Fue una gran experiencia. Son fanáticos increíbles y muestran su cariño de una manera totalmente diferente. Son verbales y quieren mostrar su amor por los jugadores. Eso se vio en el momento en que se reunían después de los entrenamientos que tuvimos cuando volvimos al Perú. Estaban trescientos o cuatrocientos de los fanáticos en el hotel, cantando y gritando para mostrar el apoyo que tenían», dijo.
El atacante de 21 años también reveló que tuvo una conversación con el técnico de la Selección Peruana, quien le expresó su satisfacción por su rendimiento y su integración al grupo. «Me gustaría ir a jugar y demostrar lo bueno que soy. Espero, por supuesto, tener la oportunidad la próxima vez. Había hablado con el entrenador aquí, después de los partidos y antes de irme a casa. Dijo que estaba muy satisfecho con la manera en la que me presenté en el campo. Pensó que era un buen jugador y también pensó que era mágico ver la manera en la que estaba involucrado en el equipo», manifestó.
De esta manera, Sonne le dio una tremenda lección a otros jugadores que nacieron fuera del Perú, pero que no mostraron el mismo interés o disposición para vestir la camiseta nacional, como Alexander Robertson y Diego Kochen. Sonne espera volver a ser convocado para los próximos partidos de la Bicolor y seguir ganándose un lugar en el once titular.