La situación de Jorge Fossati al mando de la Selección Peruana ha generado una serie de especulaciones debido a los resultados irregulares y las críticas de la afición. Ante este panorama, surge la pregunta sobre el costo económico que implicaría para la Federación Peruana de Fútbol (FPF) terminar su contrato. Según fuentes, la FPF tendría que desembolsar un promedio de 1 millón de euros para rescindir el contrato del técnico uruguayo.
Jorge Fossati percibe un salario anual de 2 millones de dólares, lo que lo coloca entre los entrenadores mejor pagados de Sudamérica. Esta cifra refleja la confianza depositada por la FPF en el proceso del estratega, aunque ahora esta situación podría tener un costo elevado si se decide terminar su vínculo antes de lo acordado. Su contrato tiene vigencia hasta diciembre de 2025, y su posible salida anticipada implicaría una indemnización económica significativa.
Si la FPF optara por rescindir el contrato de Fossati, tendría que asumir una indemnización que se estima en alrededor de 1 millón de euros. Este monto representaría aproximadamente la mitad de su salario anual. Aunque no se conocen los términos exactos del contrato, es común que este tipo de acuerdos incluyan cláusulas de rescisión que estipulan una compensación económica en caso de despido.
El monto de la indemnización podría variar dependiendo de varios factores, como las cláusulas específicas del contrato, la legislación laboral peruana y las posibles negociaciones entre las partes. En algunos casos, si se incumplen objetivos deportivos establecidos, el monto podría aumentar, lo que complicaría aún más la situación financiera de la FPF.
Un despido anticipado de Fossati tendría consecuencias que van más allá de lo económico. Generaría inestabilidad en la Selección Peruana, afectando el rendimiento del equipo en el proceso de clasificación para el Mundial. Además, la FPF tendría que iniciar un nuevo proceso de selección para encontrar un nuevo entrenador, lo que implicaría nuevos gastos y retrasos en el proyecto deportivo. Por todo esto, la FPF debe evaluar cuidadosamente esta decisión, buscando un equilibrio entre los aspectos deportivos y económicos.