La última actuación de la Selección Peruana frente a Nicaragua reveló un hecho poco notado por muchos: la presencia de cinco jugadores en el once titular que no nacieron en Perú.
Este fenómeno refleja la globalización del fútbol y la tendencia de reclutar talento internacional para reforzar los equipos nacionales. Aunque algunos de estos jugadores son ciudadanos peruanos, su lugar de nacimiento fuera de las fronteras del país no pasó desapercibido.
El más destacado entre ellos es Gianluca Lapadula, el delantero italiano que se ha convertido en un pilar fundamental para la selección peruana. A él se suma Oliver Sonne, quien hizo su debut en el equipo nacional en el último encuentro.
Carlos Ascues, nacido en Venezuela pero que ha representado a Perú durante años, también estuvo en el campo. Erick Noriega, originario de Japón, es otro de los notables en esta lista. Finalmente, Franco Zanelatto, nacionalizado peruano, completa los cinco jugadores que nacieron fuera del país.
Este hecho plantea preguntas sobre la identidad nacional en el fútbol peruano y el papel de los jugadores extranjeros en el equipo nacional. A pesar de las discusiones sobre la inclusión de jugadores naturalizados, su contribución al equipo es innegable.
Los 2 extranjeros que podrían llegar a la Bicolor
Además de los jugadores que ya se encuentran en la selección, hay dos extranjeros que podrían unirse al equipo en el futuro cercano.
Santiago Ormeño, que actualmente juega en el Puebla de México, ha demostrado un excelente rendimiento y podría ser una incorporación valiosa en el frente de ataque. Por otro lado, Kenji Cabrera, nacido en Japón y actualmente en Melgar, también es una opción prometedora para fortalecer la selección peruana.
El debate sobre la inclusión de jugadores extranjeros en la selección continuará, pero lo que es seguro es que el fútbol peruano seguirá buscando talento donde sea que se encuentre para alcanzar sus objetivos deportivos.