En el mundo del fútbol, los salarios suelen alcanzar cifras astronómicas, especialmente para aquellos jugadores que compiten en ligas extranjeras. Tal es el caso de Paolo Guerrero, considerado uno de los futbolistas mejor remunerados en el Perú, y André Carrillo, cuyo contrato en Arabia Saudita lo coloca en la cima de los ingresos económicos.
Paolo Guerrero, actualmente en el Club Universidad César Vallejo, percibe un sueldo mensual de 130 mil dólares, convirtiéndolo en el jugador mejor pagado del fútbol peruano. Este generoso contrato fue una inversión considerable por parte del club trujillano para asegurar la presencia del delantero nacional en sus filas hasta el próximo año, según lo estipulado en su contrato.
En contraste, André Carrillo, quien milita en el Al-Qadisiyah de Arabia Saudita, disfruta de un salario verdaderamente millonario. El extremo peruano percibe la asombrosa suma de 6 millones de euros al año, lo que lo convierte en el futbolista mejor pagado del fútbol peruano y supera con creces los ingresos de otros jugadores de renombre.
Comparativamente, el sueldo de Carrillo eclipsa incluso a estrellas internacionales como Gianluca Lapadula, quien, a pesar de ser reconocido como uno de los mejores jugadores peruanos en el extranjero, gana 1.6 millones de euros al año. Incluso Raúl Ruidíaz, otro destacado futbolista peruano, percibe 3.2 millones de dólares anuales, lo que lo sitúa como uno de los que más se acerca al impresionante salario de Carrillo.
El contraste entre los sueldos de Guerrero y Carrillo refleja la disparidad económica en el fútbol profesional y subraya la naturaleza altamente lucrativa del deporte a nivel internacional. Mientras Guerrero disfruta de un ingreso considerable, Carrillo ha alcanzado un nivel de remuneración que pocos futbolistas peruanos pueden igualar.