En medio de la crisis que atraviesa la Selección Peruana en las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, se evidencia que la responsabilidad por el mal momento no recae únicamente en el director técnico Juan Máximo Reynoso, según señala el análisis de la situación.
Aunque la crítica generalizada se ha centrado en Reynoso, es crucial mirar más allá para comprender a fondo la situación que enfrenta el equipo nacional en el arranque de las clasificatorias, donde solo ha logrado sumar 1 punto de 15 posibles en disputa.
En este contexto, la atención se dirige hacia Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol, un personaje que ha pasado desapercibido pero que tiene su cuota de responsabilidad en el escenario actual. La decisión de prescindir de Ricardo Gareca, quien había tomado al equipo a un proceso exitoso en el pasado, fue tomada por Lozano. La forma en que se llevó a cabo esta transición, con Gareca dejando el cargo de manera aparentemente irrespetuosa, ha generado desconcierto y tristeza entre los hinchas.
La elección de Juan Máximo Reynoso como sucesor de Gareca ha sido cuestionada, y los resultados actuales reflejan la incertidumbre generada por esa decisión. El proceso que comenzó con entusiasmo ahora deja a los seguidores peruanos con un sentimiento de desilusión.
Se espera una reunión en la Federación Peruana de Fútbol después del próximo encuentro ante Venezuela el martes 21 de noviembre, donde se discutirá el futuro del equipo. Con la posibilidad de una nueva derrota, se especula que el proceso podría detenerse, sin espacio para reclamos ni malentendidos. La atención se centra tanto en el rendimiento del equipo como en las decisiones tomadas en la cúpula de la Federación, subrayando la necesidad de una evaluación profunda y cambios significativos para enderezar el rumbo de la Selección Peruana.