Las primeras impresiones entre la estadía de Juan Reynoso y la llegada de Jorge Fossati al mando de la Selección Peruana han dejado en evidencia marcadas diferencias en el enfoque y la gestión de ambos directores técnicos.
Mientras Reynoso optó por un enfoque más hermético y reservado, limitando el acceso de la prensa deportiva y manteniendo un ambiente de secrecía en los entrenamientos en la Villa Deportiva Nacional, Fossati ha adoptado una postura más abierta y colaborativa. El argentino mostró una clara reticencia a la presencia de espías y medios en las prácticas, lo que generó cierta antipatía entre los seguidores y no tuvo los resultados esperados en el rendimiento del equipo.
Por otro lado, con Fossati al mando, se ha observado un cambio significativo en esta dinámica. Los entrenamientos han sido más accesibles y los medios locales han tenido una participación activa en las sesiones, en un intento por fomentar la transparencia y la unidad entre todas las partes involucradas en el proceso.
El recibimiento de los jugadores en las instalaciones de la Videna también ha sido notablemente distinto. A través de las redes sociales de la Selección Peruana, se han compartido imágenes de los seleccionados siendo recibidos con calidez por parte del cuerpo técnico, especialmente de un Jorge Fossati que se muestra afectuoso y comprometido con su labor.
Estas diferencias en el enfoque y la gestión entre Reynoso y Fossati marcan un nuevo rumbo para la Selección Peruana, con la esperanza de lograr una mayor cohesión y eficacia en el equipo bajo el liderazgo del nuevo director técnico.