Ricardo Gareca ha dejado en el aire su futuro como entrenador de la selección chilena tras la contundente derrota ante Argentina. El resultado ha generado preocupación sobre la estabilidad de su cargo y ha enfocado las miradas en el entrenador argentino, quien asumió la responsabilidad del revés y prometió trabajar en soluciones.
En sus declaraciones post-partido, Gareca no escondió su descontento con el rendimiento del equipo. «No estoy tranquilo con el nivel, ni nada por el estilo, ni es el nivel que me gusta a mí. Si no, se lo aclaro para que haya una buena interpretación», dijo el técnico, dejando claro que no estaba satisfecho con el desempeño de la Roja.
Gareca continuó expresando su preocupación: «Hoy jugamos mal, hoy nos superaron. No fue la producción que queremos, simplemente eso. Debemos mejorar mucho de cara a lo que se viene, futbolísticamente». Estas palabras reflejan la necesidad de una pronta mejora en el juego del equipo, lo que ha llevado a la prensa a especular sobre posibles cambios en la alineación o en la estrategia.
A pesar de la situación complicada, Gareca se mostró optimista respecto a la posibilidad de revertir el mal momento. «Quedan 11 fechas de Eliminatorias. Estoy en un proceso que hay que encontrar los resultados rápidos. Me tocó vivir dos procesos que arrancamos muy de atrás. El dolor lo tengo, lo tienen los muchachos, esto podemos transformar en 4-5 días. Estoy convencido de que estamos en condiciones de poder recuperarnos», afirmó el entrenador.
El desafío para Gareca es significativo, pero su compromiso y confianza en el proceso podrían ser clave para determinar si continuará al mando de la selección chilena o si esta derrota precipitará cambios en la estructura del equipo.