La reciente ausencia de Paolo Guerrero en la convocatoria de la selección peruana ha generado revuelo en el mundo del fútbol nacional. El icónico Teófilo Cubillas ha revelado que, contrariamente a lo que se podría pensar, el delantero de Alianza Lima no se encuentra lesionado. Según Cubillas, Guerrero fue quien solicitó al entrenador Jorge Fossati no ser convocado.
«Él mismo me comentó que le había pedido a Fossati que preferiblemente lo dejara en la banca, ya que no se siente en condiciones de ser un jugador más en esta oportunidad. Creo que es muy honesto de su parte», afirmó Cubillas.
¿Qué significa esto?
Las declaraciones de Cubillas ofrecen una nueva perspectiva sobre la decisión de Guerrero. El delantero, consciente de su estado físico y del alto nivel competitivo exigido en la eliminatoria, ha optado por priorizar su recuperación y rendimiento en su club, Alianza Lima. Esta actitud refleja la madurez y profesionalismo de Guerrero, quien antepone el bienestar del equipo a sus intereses personales.
¿Cuál es el futuro de Guerrero en la selección?
La decisión de Guerrero de no ser convocado abre un nuevo capítulo en su carrera internacional. Aunque su calidad y experiencia son innegables, su edad y las demandas del fútbol moderno plantean dudas sobre su capacidad para seguir contribuyendo de manera significativa al equipo.
Los próximos meses serán cruciales para determinar si Guerrero podrá recuperar su mejor forma física y si Fossati lo considerará para futuras convocatorias. Su ausencia deja un vacío notable, pero también brinda la oportunidad a jóvenes talentos peruanos de brillar.
En conclusión, las palabras de Teófilo Cubillas confirman que la decisión de Paolo Guerrero fue deliberada y reflexiva. El delantero ha priorizado su recuperación y su rendimiento en Alianza Lima, reafirmando su compromiso con el fútbol y su madurez profesional.