Ricardo Gareca, el exentrenador de la Selección Peruana de Fútbol, está experimentando las consecuencias de su reciente decisión de unirse al equipo técnico de la Selección Chilena. Tras su llegada a Chile, el karma parece estar pasándole factura al reconocido estratega argentino.
Hace apenas unas semanas, Gareca sorprendió a muchos al ser presentado como el nuevo director técnico de la Selección Chilena. Esta movida provocó desilusión en la mayoría de los hinchas peruanos, quienes vieron cómo su exitoso entrenador se unía al equipo rival. Después de siete años exitosos al frente de la Selección Peruana, el ‘Tigre’ optó por mudarse a Juan Pinto Durán.
Sin embargo, apenas tras la presentación de Gareca en Santiago, comenzó a enfrentar los primeros efectos del karma. El pasado martes 6 de febrero, el Sindicato de Futbolistas Profesionales de Chile (Sifup) anunció una huelga indefinida en protesta por el aumento del cupo de extranjeros para el campeonato de primera división, una decisión tomada por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFO) en diciembre pasado.
«La Asamblea de Futbolistas Profesionales decidió no iniciar el Torneo Nacional, votando el paro indefinido, hasta que el Consejo de Presidentes modifique la decisión adoptada el 13 de diciembre, respecto al aumento injustificado en el cupo de extranjeros», comunicaron a través de sus redes sociales.
Esta medida ha generado un retraso en el inicio del torneo chileno, lo que afecta directamente a Gareca, quien no podrá ver en acción a los jugadores de la liga local en el corto plazo, lo que complica su labor como nuevo estratega de la selección chilena.
El caso presenta paralelismos con la situación en Perú, donde los jugadores de la liga local han renunciado a ser convocados para la selección nacional, como medida de presión para que la Federación modifique ciertas reglas del campeonato local, incluida la reducción de cupos para la inscripción de jugadores en la Liga 1 2024.