El Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy elevar el tipo de interés de referencia en un cuarto de punto, hasta el 4 %, a pesar de que la eurozona entró en recesión en el primer trimestre del año. La medida busca contener las presiones inflacionarias derivadas del alza de los precios de la energía y los alimentos.
El presidente del BCE, Mario Draghi, explicó en una rueda de prensa que la decisión se tomó por unanimidad y que responde a la necesidad de mantener la estabilidad de precios a medio plazo. Draghi reconoció que la economía de la zona del euro se contrajo un 0.6 % en el primer trimestre, pero confió en que se recupere gradualmente en los próximos meses.
El BCE prevé que la inflación se mantenga por encima del 2 % durante el resto del año, debido al impacto de los factores externos y a las tensiones geopolíticas. Sin embargo, Draghi aseguró que las expectativas de inflación están bien ancladas y que no hay evidencia de una espiral salarial.
El BCE también mantuvo sin cambios el tipo de interés de la facilidad marginal de crédito, al que presta el dinero a un día, en el 5 %, y el de la facilidad de depósito, al que remunera el dinero, en el 3 %. Asimismo, confirmó que seguirá proporcionando liquidez ilimitada a los bancos hasta finales de año.
La subida del tipo de interés fue recibida con escepticismo por algunos analistas y organismos internacionales, que consideran que podría agravar la situación económica de los países más afectados por la crisis de la deuda. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) habían recomendado al BCE mantener una política monetaria acomodaticia para apoyar el crecimiento.