El gobierno chino ha decidido imponer un arancel adicional del 34% sobre todas las importaciones provenientes de Estados Unidos, como respuesta a los aranceles impuestos por Washington sobre productos chinos. Esta medida, que entra en vigor el 10 de abril, se suma a los aranceles ya vigentes en varios productos, ampliando el alcance de la disputa comercial entre ambas potencias.
Además, China ha establecido nuevas restricciones sobre la exportación de siete elementos clave, entre ellos tierras raras como el gadolinio, fundamental en procedimientos médicos como las resonancias magnéticas, y el itrio, utilizado en la fabricación de dispositivos electrónicos de consumo. Estas restricciones afectan a sectores estratégicos de la economía estadounidense.
Respuesta directa a la política proteccionista de Trump
La decisión de Pekín llega después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, implementara en febrero un arancel del 20% sobre los bienes importados desde China. Con esta nueva tarifa, los productos chinos enfrentan ahora una carga total del 54%, lo que representa un golpe económico significativo para el país asiático.
La escalada de tensiones entre las dos economías más grandes del mundo ha tenido un impacto inmediato en los mercados financieros internacionales, que experimentaron una fuerte caída tras el anuncio de las represalias chinas. Las bolsas europeas, como Londres, Fráncfort, París y Milán, sufrieron pérdidas importantes, con Madrid registrando una caída del 5,66%. En Asia, los índices de Tokio, Seúl y Sídney también se vieron afectados por el clima de incertidumbre.
Crisis global y sus consecuencias económicas
El conflicto comercial entre China y Estados Unidos no solo afecta a las economías de ambos países, sino que también genera repercusiones en todo el mundo. Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), las nuevas medidas de Trump podrían reducir el comercio mundial de mercancías en un 1% este año. La directora del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió que estas políticas comerciales representan un riesgo significativo para las perspectivas económicas globales, especialmente en un contexto de crecimiento débil.
La estrategia de Trump también ha generado tensiones con otros socios comerciales, como la Unión Europea, Japón, India, Suiza y Vietnam, que se verán afectados por tarifas específicas. En América Latina, varios países como Brasil, Argentina, Chile y Perú enfrentarán una tarifa base del 10%, con Nicaragua como la única excepción, que tendrá un arancel del 18%.
La crisis comercial entre China y Estados Unidos sigue siendo un tema de incertidumbre, con efectos potencialmente graves sobre la economía mundial.