El azúcar es una sustancia que se encuentra de forma natural en muchos alimentos, como las frutas, la leche o la miel. Sin embargo, también se añade artificialmente a muchos productos procesados, como los refrescos, los dulces, los cereales o las salsas. El consumo excesivo de azúcar puede tener efectos negativos para la salud, como el aumento de peso, la diabetes, las caries o las enfermedades cardiovasculares. Por eso, muchos expertos recomiendan reducir o eliminar el azúcar añadido de la dieta. Pero, ¿qué le pasa al cuerpo cuando dejas de comer azúcar? Estos son algunos de los cambios que puedes experimentar:
Controlas el apetito. Uno de los primeros cambios que experimenta tu cuerpo cuando dejas de comer azúcar se siente en el plano del apetito. El azúcar provoca picos y bajones en los niveles de glucosa en sangre, lo que altera las hormonas que regulan el hambre y la saciedad. El resultado de esto es el deseo insaciable de comer y seguir sintiendo el sabor dulce. Al dejar de comer azúcar, el cuerpo vuelve a regular el apetito de manera adecuada y los alimentos aportan mayor sensación de saciedad, lo que se traduce en menor ingesta de calorías y dulce.
Mejoras la salud cardiovascular. Otro cambio positivo que ocurre cuando dejas de comer azúcar es la mejora de la salud cardiovascular. El exceso de azúcar en la dieta puede aumentar los niveles de colesterol malo (LDL) y los triglicéridos en sangre, lo que favorece la formación de placas de ateroma en las arterias y eleva el riesgo de sufrir infartos o accidentes cerebrovasculares. Al reducir o eliminar el azúcar añadido, se disminuye la inflamación y se protege el sistema circulatorio.
Mantienes un peso corporal más saludable. Un cambio evidente que se produce cuando dejas de comer azúcar es la pérdida de peso. El azúcar añadido es una fuente importante de calorías vacías, es decir, que no aportan ningún nutriente esencial para el organismo. Además, al estimular el apetito y la producción de insulina, el azúcar favorece el almacenamiento de grasa en el tejido adiposo³. Al eliminar el azúcar añadido, se reduce el aporte calórico y se facilita la quema de grasa.
Cuidas la salud hepática. Otro beneficio que se obtiene al dejar de comer azúcar es el cuidado de la salud hepática. El exceso de azúcar en la dieta puede provocar una acumulación de grasa en el hígado, lo que se conoce como hígado graso no alcohólico. Esta condición puede causar inflamación, fibrosis y cirrosis hepática. Al reducir o eliminar el azúcar añadido, se previene o se revierte el hígado graso y se mejora su función.
Previenes los cálculos renales. Otra ventaja que se consigue al dejar de comer azúcar es la prevención de los cálculos renales. El consumo excesivo de azúcar puede aumentar la excreción urinaria de calcio y oxalato, dos sustancias que pueden formar cristales en los riñones y obstruir las vías urinarias. Al disminuir o eliminar el azúcar añadido, se reduce el riesgo de padecer esta dolorosa afección.
Proteges tu cerebro. Un cambio positivo que se produce cuando dejas de comer azúcar es la protección del cerebro. El exceso de azúcar en la dieta puede afectar negativamente a las funciones cognitivas, como la memoria, la atención o el aprendizaje. Además, puede aumentar el estrés oxidativo y la inflamación cerebral, lo que favorece el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Al reducir o eliminar el azúcar añadido, se mejora el rendimiento mental y se previene el deterioro cognitivo.
Cuidas la salud de la piel. Otro beneficio que se obtiene al dejar de comer azúcar es el cuidado de la salud de la piel. El exceso de azúcar en la dieta puede provocar un proceso llamado glicación, que consiste en la unión del azúcar con las proteínas del colágeno y la elastina, responsables de dar firmeza y elasticidad a la piel. Esto da lugar a la formación de productos finales de glicación avanzada (AGEs), que aceleran el envejecimiento cutáneo y favorecen la aparición de arrugas, manchas y flacidez. Al reducir o eliminar el azúcar añadido, se preserva la calidad y la belleza
de la piel.
Reduces el riesgo de diabetes. Un cambio importante que ocurre cuando dejas de comer azúcar es la reducción del riesgo de diabetes. El consumo excesivo de azúcar en la dieta puede provocar una resistencia a la insulina, la hormona encargada de regular los niveles de glucosa en sangre. Esto puede causar una hiperglucemia crónica, que es el principal factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2. Al reducir o eliminar el azúcar añadido, se mejora la sensibilidad a la insulina y se previene esta grave enfermedad.
Estos son algunos de los cambios que puedes experimentar cuando dejas de comer azúcar. No obstante, esto no significa que debas eliminar por completo esta sustancia de tu dieta, ya que también tiene funciones importantes para tu organismo, como proporcionarte energía, regular tu estado anímico o estimular tu sistema inmunitario. Lo ideal es consumir azúcar con moderación, preferiblemente proveniente de fuentes naturales como las frutas, y evitar los productos procesados que contienen altas cantidades de azúcares añadidos. Así podrás disfrutar del sabor dulce sin poner en riesgo tu salud.